Las autoridades de Kenia acusaron de terrorismo al jefe de la secta que promueve el estricto ayuno y que, recientemente, ocasionó la muerte de 110 personas.
Por: Angélica Andrade
Tras el fallecimiento de 110 religiosos que ayunaban en Kenia con la convicción de ver a Jesús, el pastor de la secta cristiana Paul Mackenzie Nthenge y seis cómplices más, tuvieron que comparecer ante el tribunal de la ciudad de Malindi, al sur del país, donde la Fiscalía asignó pliego de cargos, toda vez que se le acusó de incitar al fallecimiento por ayuno de, por lo menos, 110 fieles, no obstante, el controvertible pastor volvió a ser detenido por cargos asociados a terrorismo que, al parecer, se vinculan con el caso.
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Por otro lado, el tribunal declaró no contar con la competencia para juzgar al pastor Nthenge por terrorismo y les concedió la libertad: “Los sospechosos tienen la libertad de irse a menos que se les retenga de nuevo”, aseveró la jueza Ivy Wasike.
Es de recordar que el jefe de la secta y sus integrantes más cercanos que presuntamente actuaban como cómplices, fueron detenidos minutos luego y llevados a una corte de Mombasa, urbe ubicada en la zona costera, a aproximadamente 120 kilómetros, donde se está a la espera de que afronten cargos por terrorismo y radicalización, toda vez que las autoridades competentes confirmaron que, el resultado de las autopsias realizadas a los cadáveres de los aparentes integrantes del grupo religioso, exhumados en un lugar boscoso del sur de Kenia, tienen signos de inanición y asfixia, en el caso de los niños y niñas, puesto que después de, posiblemente, haber sido convencidos por el jefe cristiano, ayunaron de manera estricta para encontrarse con Jesucristo en su llegada a la tierra.
