Por: Harold Salamanca
Recién se conoció el informe presentado por la subcomisión accidental sobre la reforma de salud en Colombia, y el panorama no aclara. Si bien se ha avanzado en algunos puntos, son más los puntos de desacuerdo, siendo los que faltan los definitivos, lo que genera total duda sobre el futuro de la reforma.
No se resuelven aun inquietudes que preocupan especialmente a los pacientes, sobre la fragmentación en la atención de salud entre el primer nivel y los niveles de mayor complejidad y de igual manera sobre la continuidad de los tratamientos. No se logra definir quien asumirá los riesgos operativos y financieros lo que genera más inseguridad sobre cómo funcionará el sistema.
Temas como el régimen de transición y la creación de un sistema único de información generan más dudas que respuestas. La falta de claridad sobre cómo se implementarán estas iniciativas genera preocupación sobre el manejo de datos y registros médicos de los ciudadanos. Adicionalmente, nadie sabe cuánto va a acostar la reforma, ni de donde saldrán los recursos en caso que se incremente la operación del sistema de salud, porque el Ministerio de Hacienda no ha entregado la proyección.
En proyecto de la reforma se le asignan responsabilidades a la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud – Adres, que los que conocemos el sistema de salud y lo hemos vivido, tenemos serias dudas sobre la capacidad logística y administrativa de Adres para responder de forma eficiente y oportuna a tamaña responsabilidad, considerando que asumiría el trabajo que hoy ejecutan todas las EPS del país.
Soy partidario y creo que el sistema de salud en Colombia requiere reformas, que se construyan sobre un modelo probado, sobre un modelo que ha venido mostrando donde se debe realizar los ajustes, sobre un modelo que premie a quienes contribuyen al mejoramiento de los indicadores en salud, que reconozca incentivos económicos a quienes hagan uso de la tecnología de manera costo efectiva para llegar a las regiones más apartadas, y a quienes hagan uso eficiente de los recursos de la salud.
Pasan los días y vemos con preocupación que persiste la falta de claridad sobre los puntos más importantes de la reforma, es la oportunidad histórica de resolver temas estructurales que consoliden un sistema de salud sostenible en el tiempo, y lo más importante, que brinde servicios oportunos y de calidad a todos los colombianos.
