Dos proyectos de Reforma a la Policía, radicados por el Gobierno con mensaje de urgencia, que pretenden garantizar la formación integral de los uniformados, brindándoles distintos beneficios, al igual que endurecer las sanciones y procedimientos ante los casos de abuso de autoridad fueron aprobados en la Plenaria de la Cámara de Representantes.
La primera crea la figura del ‘patrullero’ en la institución, delimitando un marco jurídico para la administración de Talento Humano, formación en Derechos Humanos y entrega de reconocimientos e incentivos económicos, como subsidios, mejoramiento en los planes de estudios, exoneración de pago para sus ascensos y beneficios para sus familiares.
Daniel Palacios, ministro del Interior, aseguró que con este proyecto «mejoramos la condición de nuestros policías, por ejemplo, extendiendo la matrícula cero para quienes, siendo estratos 1, 2 y 3, van a ingresar a la institución. Los temas de la bonificación y de la asistencia a la familia, como buscar y propender por una nivelación salarial de los miembros de la Policía, con los empleados del servicio público».
La segunda reforma, actualiza el Estatuto Disciplinario de la Policía, donde se brindan entre tanto herramientas para garantizar el correcto cumplimiento de funciones de los oficiales, con estándares internacionales, un espacio de rendición de cuentas, y permitiendo la participación ciudadana con seguimiento a quejas por los casos de irregularidades que involucren a los policías.
«Hoy el Estatuto Disciplinario lo que dice son varias cosas. Respeto absoluto a los Derechos Humanos, total rapidéz y agilidad en las quejas de los ciudadanos, el inspector general y los inspectores delegados tienen que estar semestralmente informándole al país cómo están las investigaciones. La Procuraduría tendrá poder preferente en (los casos de violación a) los Derechos Humanos», explicó el comandante de la Policía, general Jorge Luis Vargas.
