REGIONES AUTONÓMICAS
Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
Desafortunadamente la crisis de las finanzas públicas nacionales ha permeado ostensiblemente de manera negativa, a los entes territoriales por la disminución de las transferencias de la Nación a las regiones y localidades. La centralización rampante que se ha venido presentando durante los anteriores gobiernos y que se ha profundizado durante la presente administración del Presidente Gustavo Petro, de manera equivocada, por la discriminación en las transferencias de los recursos a algunos departamentos, han generado una reacción de los algunos sectores para brindarles mayores autonomías fiscales, que les permitan tomar sus propias decisiones en la formulación de políticas públicas sin tener que acudir a las instancias del ejecutivo para ejecutarlas.
Por este motivo, quiero destacar en mi columna, el evento académico que promovió el brillante Senador Huilense Carlos Julio González Villa, el jueves anterior en el Centro de Convenciones de esta ciudad, con la asistencia del presidente del Congreso de la República Iván Name Vásquez, de los congresistas huilenses y de amplios sectores de la opinión regional, quienes esbozaron la grave crisis financiera que están viviendo los entes territoriales en el país, por la excesiva centralización fiscal y administrativa. Todos conocemos, que el gobierno nacional le ha venido transfiriendo competencias a los departamentos y municipios, pero no les aumentan la transferencia de recursos, con el grave riesgo de afectar sus categorizaciones por la presión permanente de cumplir con lo establecido en los indicadores de la Ley 617 del 6 de octubre de 2000, que en virtud del desarrollo del Artículo 302 de la Constitución Política, teniendo en cuenta su capacidad de gestión administrativa y fiscal y de acuerdo con su población e ingresos corrientes de libre destinación.
Por tal motivo es loable, el desarrollo de estos foros que se están realizando en las regiones del país. Las regiones autonómicas, son entidades territoriales dotadas de autonomía, con instituciones, representantes propios y determinadas competencias ejecutivas y administrativas. son una salida para el desarrollo, la riqueza y la paz en Colombia. Es interesante y merece conocer esta propuesta para poder contrarrestar el actual modelo centralista que ha sido, en gran parte, el responsable del aumento de la pobreza, atraso y violencia en los territorios. Este concepto cobra especial relevancia en momentos de la urgencia de un cambio de modelo en el país.
La intención de generar una mejor calidad de vida basada en desarrollos sociales, económicos, culturales, ambientales y étnicos siempre ha sido un motor para la creación de políticas públicas en nuestro país, pero muchos de esos esfuerzos no han sido suficientes para lograr una estabilidad armónica en Colombia. Aunque la descentralización ha sido una meta buscada por Colombia desde hace varias décadas, y aunque se dice que la Constitución de 1991 fue un gran avance en esta dirección, en la vida real el centralismo se ha mantenido a expensas de la autonomía local. Y como si fuera poco, el desproporcional gasto público del gobierno central frente al raquitismo fiscal de los entes municipales es absurdo. Lo anterior contribuye a aumentar las desigualdades sociales y económicas en las regiones del país. Apenas empieza esta discusión que es de vital importancia para el futuro de las familias que viven en las regiones colombianas.