Por: Ariel Peña
El cuento de la llamada izquierda colombiana que sigue los dogmas del engendro marxista leninista usando diferentes emblemas, acerca de que Venezuela debe de resolver sola sus problema, es un mensaje que lo único que busca en el fondo, es la consolidación de la camarilla comunista venezolana, porque semejante ardid se cae de su peso cuando existen en diferentes naciones cerca de 6 millones de refugiados del país vecino, lo que demuestra que este es un problema de toda la comunidad internacional, por lo tanto el plan del gobierno colombiano de amparar por 10 años a los refugiados venezolanos para regularizarlos, constituye un hecho de alta significación humanitaria y política.
El anuncio se dio tras una reunión que sostuvo el Presidente Duque con el Alto Comisionado de ACNUR (la Agencia de la ONU para los refugiados)Filippo Grandi con el que dialogo Duque para enfrentar la crisis humanitaria por la migración venezolana en la región durante el 2021. La catástrofe humanitaria venezolana con los refugiados que lleva 5 años y que la banda castrochavista de Maduro desmiente, diciendo que son apenas unos pocos miles los que han salido de ese territorio, demuestra que el comunismo se fundamenta en la mentira y que el hambre y el desamparo de los venezolanos le interesa un bledo a la caterva narcomarxista de Miraflores.
Se está tacando a tres bandas como se dice en el billar, en el caso que nos ocupa con el Estatuto del Refugiado que protege a los venezolanos en Colombia, pues en primer lugar ello constituye una bofetada a la camarilla comunista venezolana que ha negado la diáspora de los millones de refugiados que deambulan por diferentes naciones especialmente de Sudamérica, y que en un gran porcentaje están de pordioseros; en segundo lugar la crisis venezolana sin discusión hará parte de la agenda política electoral con miras a las elecciones de 2022, de suerte que la mamerteria colombiana con sus diferentes componentes no se puede hacer la de vista gorda y tendrá que enfrentar el debate.
El tercer tema es que los aliados históricos del chavismo en Colombia, caso del senador Gustavo Petro, así tengan muy buena prensa en los grandes medios de comunicación, le deben explicaciones a la sociedad colombiana por sus vínculos ciertos con el proyecto antidemocrático del socialismo del siglo XXl, llámese castrochavismo, alternativo o progresista (que es el mismo perro con distinta guasca), en razón de lo cual los demócratas tienen que desenmascarar a las fuerzas totalitarias, puesto que a los comunistas abiertos o escondidos hay enfrentarlos por lo que son y no por lo que aparentan.
Con la crisis monumental en Venezuela provocada única y exclusivamente por el marxismo-leninismo, que en Venezuela se disfraza de socialismo del siglo XXl, se puede afirmar que en poco tiempo el 40% de la población estará refugiada en los países vecinos, superando el número de refugiados en cualquier parte del mundo en las últimas décadas, y convirtiéndose Colombia en el mayor receptor, teniendo en la actualidad una cifra cercana a 2 millones; por lo que la comunidad internacional debe continuar ayudando económicamente, comenzado por China y Rusia que son principales aliados de la bestia comunista de Maduro.
Colombia no es una nación vividora como dice la pandilla venezolana, sino que la hecatombe producida por la migración puede llevar a un problema internacional de incalculables consecuencias, así que es menester la ayuda para los refugiados venezolanos en Colombia, y ojala dentro de los principales países en socorrerlos, estén los aliados de la dictadura chavista, quienes deberían también mostrar su comprensión con el pueblo venezolano refugiado.
Los mamertos colombianos no se quedan atrás y le hacen el juego a la tiranía venezolana, y han dado voces sobre una supuesta invasión al país vecino por parte de USA y sus aliados, pero ridículamente hacen mención a la soberanía y a la dignidad en Venezuela, lo que causa hilaridad ¿cuál soberanía y dignidad? Cuando Venezuela es una colonia cubana, cuya invasión fue permitida por Hugo Chávez para hacerles fieros a los gringos. Entonces si de invasiones se trata ya Venezuela está invadida y Maduro recibe órdenes desde La Habana, por lo que la soberanía y dignidad en la patria de Bolívar fueron hoyadas por los lacayos de Cuba en Caracas.
La pandilla marxista venezolana utiliza también como patraña el cuento de la supuesta invasión, buscando adocenar a algunos sectores de la población, y justificar el estado de miseria en que se encuentra esa nación en donde la pobreza es del 96%, pero eso sí, culpan al imperio, cuando ese imperio es el que le permite todavía tener algunos ingresos, por eso estaría en mora la prohibición del envío de remesas a Venezuela, lo que no se descarta y que lo podría hacer el gobierno de EE.UU en cualquier momento.
La rémora chavista desde hace años ha amenazado militarmente a Colombia, comenzando por el propio Hugo Chávez quien decía que sus aviones Shukoi estarían bombardeando a Bogotá en pocos minutos, por lo que el gobierno nacional debe asumir una posición tranquila pero firme, puesto que los comunistas cuando están expoliando a un país son capaces de cualquier locura para permanecer en el poder, por eso no es descartable una agresión venezolana y hay que estar preparados, de ahí que la actitud solidaria del presidente Duque con los refugiados venezolanos es una soberana bofetada a la camarilla comunista venezolana.