Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
El presidente de la República, Gustavo Petro Urrego inicia su segundo bienio con los mismos retos que se impuso cuando se posesionó hace dos años. Hay necesidad de seguir buscando la paz total y la reconciliación con todos los colombianos. Se deben mantener los diálogos con las organizaciones narcoterroristas para llegar a consensos que conduzcan a frenar la intensidad del conflicto. Uno de los de los lunares que está afectando su gestión presidencial y que lo tiene en la picota pública, es el incremento del accionar delictivo en todas las regiones del país. No podemos estar de espaldas a una problemática que día tras día está destruyendo el bienestar de las familias y la dinámica productiva del país. Las masacres ocurridas en la vigencia 2023, ascendieron a 94 en el territorio colombiano. La ocurrida recientemente en la zona rural del municipio de Hobo, asesinaron a seis personas durante el penúltimo fin de semana. Durante el presente año, se siguen presentando centenares de asesinatos colectivos que tiene muy preocupados a las familias colombianas, por la incapacidad gubernamental de frenarlo, producto del incremento de la presencia de las organizaciones narcoterroristas en la mayoría de las regiones del país.
Durante el presente periodo presidencial, han ocurrido 653 secuestros extorsivos, 225 masacres, 726 víctimas, 180 niños reclutados por la guerrilla, 720 municipios donde tienen dominio la delincuencia criminal de la guerrilla, cifras que fueron denunciadas en la instalación el pasado 20 de julio en las sesiones ordinarias del congreso de la Republica. Estas cifras son muy preocupantes. No las podemos desconocer. No se pueden volver a cometer los mismos errores. No hay que bajar la guardia. Debemos cambiar de actitud. Hay necesidad de seguir fortaleciendo las exigencias en las mesas de dialogo a estas organizaciones delincuenciales.
Paralelo a lo anterior, se hace indispensable que el gobierno nacional cambie el discurso hostil contra el sector empresarial del país. Recuerden que ellos pagan el 80% de los ingresos tributarios de la Nación y generan el 85% de los empleos del país. Por mantener esa actitud revanchista contra el sector empresarial, se le han reducido los recaudos, que, para el final de año, superarán los 40 billones de pesos, de acuerdo con las proyecciones que han estructurado algunos centros de pensamiento económico del país. Esto es muy grave para la salud financiera de Colombia. Recuerde que con este abultado déficit no puede cumplirle a las regiones con el plan de inversiones contemplado en el Plan Nacional de Desarrollo “Colombia Potencia Mundial de la Vida”.
Busque nuevas alternativas para reordenar las finanzas nacionales. Sea creativo e innovador. Usted tiene muy buenos funcionarios expertos en su equipo de gobierno. No les imponga solamente su pensamiento. Acépteles también sus recomendaciones. Otra sugerencia respetuosa. Deje de generar confrontaciones inútiles con el entorno. Busque sinergias positivas para su gestión.
