Como si se tratará de un acto de generosidad del gobierno de Gustavo Petro hacia el movimiento sindical, se realizó el pasado 14 de septiembre, una reunión entre el presidente con sus amigos sindicalistas gobierneros, ante todo; desconociendo a una buena parte del sindicalismo; en dicho encuentro se pasó por alto que el proceso de Reparación Colectiva al Movimiento Sindical, se creó desde hace 12 años con el Plan de Acción Santos….Obama, en donde dentro del Programa de Protección al sindicalismo se incluía su reparación por el conflicto político militar, que martirizó al movimiento con miles de asesinatos de sindicalistas, amenazas y desplazamiento forzado; siendo los principales predadores del sindicalismo en Colombia, el paramilitarismo, la guerrilla comunista, agentes del Estado y algunos grupos no identificados.
Algo curioso en la reunión del 14 de septiembre convocada por el gobierno, fue la nula mención que se hizo del caso más emblemático, que haya sucedido en el país con el peor acto de barbarie en contra de un dirigente sindical, como fue la tortura y el asesinato en abril de 1976 de José Raquel Mercado presidente de la CTC, por parte del grupo marxista del M19, en donde militó el actual Presidente de la República; lo que demuestra que hay criterios selectivos para darle categoría a las víctimas de acuerdo a su militancia política o su postura ideológica, claro que para los seguidores de los dogmas comunistas eso no es raro, pues estratégicamente en esa secta la defensa y promoción de los DD.HH, en muchas ocasiones las han utilizado como parte de la combinación de todas las formas de lucha; subrayando que la defensa de los DD.HH no es patrimonio exclusivo de un sector político determinado.
El asesinato de José Raquel Mercado, lo realizó el M19, para amedrentar al Sindicalismo Democrático, puesto que buscaba que todo el movimiento obrero en el país estuviera orientado por la ideología marxista leninista, y mediante la fuerza bruta crear pánico en los dirigentes que no abrazaban esa corriente; de ahí es que precisamente el cabecilla principal del grupo terrorista en esa época, Jaime Bateman Cayón en una entrevista con el periodista German Castro Caicedo en 1980, en el diario El Siglo, dejó en claro la postura stalinista de la banda armada que dirigía, en donde sin ningún empacho, dijo que asesinaron al presidente de la CTC, porque el gobierno no cumplió sus exigencias, algo parecido a si un atracador mata a su víctima, por no entregar el celular; de manera que dentro de la reparación del sindicalismo no se pueden olvidar todos estos dolorosos hechos históricos.
Con base a lo anterior el Sindicalismo Democrático en Colombia, no debe recibir orientaciones de grupos o partidos políticos marxistas abiertos o furtivos; en vista de que la doctrina comunista es liberticida y está en las antípodas del pluralismo, pues los seguidores de esa secta se consideran predestinados para avasallar al resto de ciudadanos, de manera que hay que dejar claro que las luchas sociales deben estar en cabeza del sindicalismo libre que no debe tener compromisos con gobiernos o patronos, sino que dentro de su autonomía desarrollen las auténticas luchas reivindicativas a favor de los trabajadores y del pueblo en general.
Dentro de los grandes acontecimientos que han sacudido a la humanidad en los últimos 100 años, tampoco se puede olvidar que Lech Walesa y Ronald Reagan sepultureros del comunismo en Europa Oriental con la caída del muro de Berlín y la debacle de la URSS, tenían origen sindical, siendo el primero presidente del sindicato polaco Solidaridad y Reagan fue presidente del sindicato de actores de Hollywood, lo que demuestra el anticomunismo de estos dos artífices del derrumbe del totalitarismo en el viejo continente y, que además fueron presidentes de sus respectivos países; en razón de lo cual históricamente el sindicalismo ha tenido un talante anticomunista desde la Primera Internacional de los trabajadores, puesto que en esa organización del siglo XlX fueron repudiados los sofismas de Karl Marx por parte de los obreros dirigidos por Bakunin y Proudhon.
Los integrantes del marxismo en todos sus presentaciones, les debería dar vergüenza hablar acerca de que la ideología de los trabajadores es el comunismo, resaltando que los connotados lideres libertarios antes mencionados, le propinaron hace 153 años una humillante derrota conceptual e ideológica a Karl Marx, quien pretendía mediante el Estado crear una esclavitud política en contra de los obreros, de ahí que el marxismo fue definido por loa anarquistas como una patraña burocrática de engaño al proletariado, que se fundamentaba en el absolutismo y la crueldad; resaltando que el sindicalismo nació muchos años antes de que el señor Marx apareciera con sus entelequias.
Marx con su dogmática, buscaba que el Estado fuera un especie de yugo sagrado para los trabajadores, por eso la narrativa de que el marxismo es la doctrina que deben de seguir los sindicatos es un embuste, debido a que la historia así lo ha demostrado, porque también con los dogmas de Marx se han montado dictaduras oprobiosas como las de Pol Pot, Stalin, Lenin, Mao Zedong, Kim il Sung, Ho Chig Minh y Fidel Castro, que le han regalado millones de asesinatos a la humanidad, que comenzaron con el golpe bolchevique en Rusia hace 106 años, a lo que se suman la creación de castas como las de Cuba y Corea del Norte.
Las genuinas luchas sociales, que deben de ser lideradas por los sindicatos, especialmente, se tiene que basar en la solidaridad rechazando la infiltración de grupos terroristas marxistas leninistas, pues estas bandas buscan utilizar la protesta para desarrollar sus aviesos planes, en vista de que como seguidores del adefesio comunista pretenden tener a obreros, campesinos y a la ciudadanía en general de herramientas para satisfacer sus apetitos, recordando que el comunismo totalitario ha sido el peor enemigo de los pueblos, desde que existe.
Por: Ariel Peña