Un restaurante vietnamita, que sacrificaba alrededor de 300 gatos al mes para atender a sus clientes, cerró sus puertas este mes, después de que el propio propietario buscara ayuda de la Humane Society International (HSI), expresando su preocupación moral por esta práctica.
Pham Quoc Doanh, de 37 años, es el propietario del restaurante Gia Bao, situado en el barrio de Thinh Dan, en la ciudad vietnamita de Thai Nguyen, que durante 5 años se especializó en diversos platos cuyo ingrediente principal era la carne de gato, según recogen los medios locales.
“Veinte gatos y gatitos que iban a ahogarse en un matadero en Thái Nguyên, Vietnam, tuvieron una segunda oportunidad en la vida después de que su dueño pidió ayuda al equipo local de la organización benéfica animal Humane Society International para cerrar su negocio para siempre”.
Le puede interesar: Tensiones en Medio Oriente impulsan los precios del petróleo a máximos de un mes
Los gatos son compañeros cercanos de las personas, por lo tanto, realmente espero renunciar a este trabajo para abrir otro negocio”, comentó. Doanh recibió apoyo financiero y asesoramiento vocacional de HSI para poder entrar en un nuevo campo empresarial, concretamente montar una tienda de comestibles. “Hasta ahora, gracias a la ayuda de HSI, mi esposa y yo podemos comenzar un nuevo viaje que s.erá útil para la comunidad local”, expresó.
El cierre de su restaurante forma parte del programa ‘Modelos para el cambio’, impulsado por esta organización social en el país asiático. “Estamos encantados de haber cerrado con éxito el primer negocio de carne de gato en Vietnam y esperamos que haya más en el futuro”, indicó Nguyen Quang, director del Programa de Animales de Compañía de HSI.
Los 20 gatos rescatados del matadero de Pham fueron llevados a un refugio hecho a medida en la Universidad de Agricultura y Silvicultura de Thái Nguyên, donde fueron vacunados y recibirán tratamiento médico antes de estar disponibles para adopción local.
Puede leer: Video: Exmanager confesó que mató al rapero Canserbero y su amigo Carlos Molnar