A buena hora el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego decidió reunirse con los grandes empresarios del país, para buscar senderos que conduzcan a recuperar el sendero del crecimiento de la economía colombiana, que desde que asumió el poder como primer mandatario de los colombianos, viene de capa caída. Lo anterior por su arcaica ideología y rechazo permanente al sector privado, que le ha generado un rechazo general de la mayoría de la sociedad colombiana. En los partidos de la selección Colombia y algunos del torneo profesional de futbol, se escuchan gritos de los asistentes a estos eventos deportivos, rechazando y ofendiendo la imagen presidencial, que lo tiene muy incómodo por la perdida creciente de su popularidad de su accionar gubernamental, de acuerdo con los sondeos de opinión de las empresas encuestadoras, que durante su campaña presidencial lo catapultaron positivamente. Pero ahora es, al contrario. En la encuesta realizada y difundida la semana anterior por la firma Datexco, refleja que solamente el 26% de los encuestados aprueban su gestión. Increíble ese bajonazo. El resto lo rechaza y solo lleva 15,5 meses de mandato.
Hay que recordarle que el sector privado general el 80% del PIB y por ende más del 80% del empleo en el país. No hay que seguir persiguiendo al empresariado, con su actuar gubernamental. Este sector es el mayor dinamizador de la economía. Debe cambiar su estilo. Atrás debe quedar su modelo económico, que es el mismo, que han utilizado Venezuela, Nicaragua y Cuba, que los tiene en la más profunda crisis social y económica. El mismo Dane y los centros de investigación económica del país, han difundido todos los indicadores económicos totalmente negativos. Por tal motivo, vemos positivamente esta iniciativa presidencial, que se llevó a cabo el día anterior en la Casa de Huéspedes en Manzanillo Cartagena.