Aunque el desempeño de la economía colombiana durante 2022 ha sido sobresaliente, el reto que tiene hacia delante está en no perder el impulso que le ha dejado la reactivación. A pesar de que para el próximo año se esperan tasas bajas, el reto está en mantener una senda de crecimiento constante.
Recientemente el Ministerio de Hacienda ratificó su expectativa para el producto interno bruto (PIB) de 2022 en 7,0%, pero recortó su pronóstico del próximo año a 2,2%. El Banco de la República también elevó su proyección para 2022, a 6,9%, pero su perspectiva de 2023 llega a solo 1,1%, y desde Corficolombiana llegó también otra revisión en la proyección de crecimiento: para este año a 8,0%, desde 6,5%, y ajustaron a la baja la estimación para 2023 a 1,8%, desde 2,0%.
Así las cosas, son varias las entidades que están revisando sus pronósticos. En Itaú se ha mantenido la proyección para 2022 en 6,5%, pero para 2023 recientemente se revisó de 1,2% a 1,0%. En el caso de Scotiabank Colpatria, se espera que se dé un crecimiento de toda la economía este año entre 6,6 % y 6,7 %, pero según Sergio Olarte, su economista jefe, aún está pendiente una revisión, y la tendencia apunta hacia 7,2%. Y para el próximo año el pronóstico está entre 2% y 2,6%, con una tendencia a la baja.
“Hay tres factores: el efecto base de crecimientos altos, el ambiente internacional cada vez más deteriorado, y el retiro del estímulo monetario, que generan está desaceleración de la economía colombiana. No es que esté cayendo la actividad productiva, sino que estamos retornando a los niveles de crecimiento económico que eran más estándar antes de la pandemia”, manifestó el director ejecutivo del centro de estudios económico Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía.
Según otro centro de análisis económico, Anif, se espera que el PIB se expanda en el rango 6,8%-7,2% y en 2023 entre 2,5% -2,9%, así lo señaló Anwar Rodríguez, vicepresidente de la entidad, quien dijo que, “a razón de la normalización en la demanda por la reducción de ahorro, el creciente desincentivo al endeudamiento que se deriva de las actuales medidas de política monetaria y el contexto internacional que se torna incierto en términos de crecimiento de las mayores economías”.
De acuerdo con el economista, el país debe brindar señales claras a los mercados en términos de su manejo de política económica que haga atractivo el hecho de invertir en nuestro territorio. Esas señales además beneficiarán variables como el tipo de cambio, evitando mayores salidas de capitales que devalúan nuestra moneda y agregan más presiones inflacionarias a las que ya registra el país.