DIARIO DEL HUILA, CULTURA
Por: Hernán Galindo
Las Salas Concertadas, es un programa del Ministerio de la Cultura que lleva 29 años de funcionamiento, inició cuando aún era Colcultura, que destina recursos para las salas históricas y las de mediano y pequeño formato, y la asignación se entregaba de acuerdo a la tradición, proyectos y trayectoria de cada colectivo y sala de teatro.
Para el año 2021, de acuerdo con información entregada directamente por el Ministerio de Cultura, el alcance del programa, además de salas de teatro, se extenderá a carpas de circo, «aumenta en cobertura de 116 a 155 salas y hasta 45 carpas de circo (que por primera vez recibirán recursos de apoyo) y aumenta el presupuesto de $2.760.032.000,00 a $5.020.000.000, de ellos $4.345’000.000 para salas de teatro y $675.000.000 para carpas de circo», según la información entregada por el Ministerio.
Álvaro Gasca, director de Casateatro
Sin embargo, la noticia no ha tenido buen recibimiento entre el gremio teatral del país, por lo que le han dirigido una comunicación al ministro de Cultura, Felipe Buitrago: Adriana Padilla, viceministra de Economía Naranja y a la directora de Artes, Amalia de Pombo, donde le expresan sus opiniones al respecto y la firman 133 agrupaciones, concertadas y no concertadas, de todo el país, dentro de las que se encuentran Casateatro y Guadajira.
Álvaro Gasta, es el director de Casateatro, una corporación cultural con sede en Neiva, que por más de 26 años tuvo su sede en el barrio Altico y hoy funciona en la vereda el Centro, a la salida a Vegalarga. “Casateatro fue sala concertada durante 24 años, incluso antes de que naciera el Ministerio, fue de las primeras en el departamento junto a Casatheus y fuimos los últimos, hasta 2019 cuando quedamos fuera de la convocatoria”.
Según el maestro Gasca, quien firmó la carta al Ministerio, “de todas las artes, quizás el teatro ha sido una de las más golpeadas por la pandemia, obligando a las salas a permanecer cerradas por casi un año y recientemente a abrir sus puertas con aforos reducidos y taquillas irrisorias, que en ningún caso llegan a cubrir los gastos mínimos de un día de función”.
Nuevos recursos
Pero no es solo Casateatro la que se ha visto afectada por la pandemia y los recortes del Ministerio de Cultura. Guadajira, que dirige Enrique Arciniegas, por ejemplo, tuvo que trasladarse de su sede en el Altico, sobre la estación del ferrocarril, a La Ulloa en Rivera, a un lote de propiedad de la familia del director, todo por falta de recursos, para lograr sobrevivir y no dejar que muera la agrupación. Además su postulación como casa concertada fue rechazada, al no tener el puntaje mínimo requerido.
“Los grupos y colectivos de creadores, hemos clamado infructuosamente, ante el gobierno, la creación de nuevos recursos para el trazo perentorio de Planes de emergencia y Reactivación, que eviten el cierre definitivo de salas de teatro. Como resultado de este diálogo de sordos, muchas salas hoy han cerrado sus puertas dejando un vacío en sus comunidades. Otras se encuentran al borde de la quiebra”, manifiestan los representantes de los grupos de teatro en su misiva.
Mery Elcy Cano, directora de Candileja.
Y continúan diciendo que “a través de nuestras distintas instancias organizativas, los y las artistas del teatro hemos venido ofreciendo nuestras obras, saberes y espacios como focos para el encuentro y junto con otras artes, hemos sido un paliativo para la ciudadanía en esta época difícil y desesperanzadora. No estamos pretendiendo regalos o dádivas, por el contrario, estamos ofreciendo nuestro universo creativo, tan amplio como diverso”.
Yolanda Rivera, directora de Athenea en Neiva y quien anualmente realiza el Encuentro Internacional de Zanqueros, manifestó que en años anteriores se podían presentar diferentes proyectos al Ministerio, pero en esta oportunidad solo podían estar en las convocatorias con un proyecto, aprobándoles 13 millones de pesos para el encuentro de zanqueros que se realizará en octubre. Según Rivera, en la anterior convocatoria le habían otorgado $18 millones.
Ampliar la torta
En la comunicación del Ministerio de Cultura a todas las salas independientes de teatro de Colombia se confirmó que del Programa Reactivarte, lanzado el pasado 27 de marzo, “un programa diferente, que obedece a una iniciativa de reactivación económica de emergencia, coyuntural, e implementado para contrarrestar las consecuencias negativas de la pandemia”, será financiado con los recursos del Programa Nacional de Salas Concertadas. Por consiguiente, el tradicional programa de Salas Concertadas, que cumple 29 años de haber sido creado, no se realizará este año 2021.
El dinero hay que repartirlo entre más partes, los criterios de asignación del presupuesto, se hará por el número de sillas de cada sala. «No se tiene en cuenta ni la trayectoria ni los proyectos, se afecta directamente a las salas de pequeño formato (50 a 100 sillas), mientras que los grandes se llevarían gran parte de los recursos», señala Álvaro Gasca.
Enrique Arciniegas, director de Guadajira.
En la carta enviada por el Consejo Nacional de Teatro a la opinión pública se lee: «…Las salas no habitan sólo los asientos, señor Ministro, no son solo ladrillos y reflectores, son templos de la creación, allí habitan grupos y personajes, en esos lugares se hacen cientos de obras…».
En el comunicado, las agrupaciones señalan que “entre los principales el punto No.1.9.1 que proyecta la modalidad del aforo o número de sillas como primer filtro para la entrega de los recursos, en lugar del criterio de la trayectoria o número de años de cada sala de teatro, como validación, mérito y reconocimiento a la persistencia, reinvención, emprendimiento permanente y aporte incalculable a la cultura colombiana.
“Sin embargo, y aun cuando las sillas de las salas han permanecido vacías por más de un año, en la reunión se nos indicó categóricamente que el Ministerio de Cultura considera ilegal concertar estos puntos con las salas del país, a pesar de sus distintas realidades territoriales y estructurales”.
“Vemos como el Ministerio de Cultura dentro del diseño de sus planes y políticas, ha contemplado la desfinanciación de programas de alta significancia y concertación histórica con el país teatral, para financiar “programas diferentes” que reactiven la económica durante la pandemia. Un claro ejemplo más, es la destinación desde el año pasado, de los recursos de la Ley de Espectáculos Públicos que originalmente eran para la infraestructura de las artes escénicas del país, y hoy están destinados para programas municipales en las líneas de Circulación, Creación y Producción. La cultura de abrir un hueco para tapar otro”.
Es obligación del Estado
Mery Elcy Cano, directora de la agrupación Candileja, afirmó que ella había postulado en dos oportunidades para Salas Concertadas y en las dos oportunidades fue rechazada, pues son muy exigentes. Así mismo, indicó que la sala sigue abierta, pero solo el año pasado recibió dos millones de pesos de ingresos. “este año hubo un recorte y solo permitió un proyecto por grupo. Todo lo enfocan en la economía naranja, exigiendo que se vaya hacia un ejercicio laboral, que no se puede adelantar por presupuesto, cuando además eso es obligación del Estado dentro de su responsabilidad social”.
Desde Mincultura respondieron que dentro de los documentos que se exigen para la participación en la convocatoria se encuentra la «descripción de la trayectoria y programación de la sala o espacio» y que en caso de que se inscriban más participantes que estímulos disponibles para cada modalidad, «los beneficiarios se seleccionarán indistintamente en orden descendente de acuerdo con el tiempo de trayectoria de la sala o espacio no convencional».
Yolanda Rivera, directora de Athenea.
Otra de las preocupaciones consignadas en la carta que divulgó el Consejo Nacional de Teatro es sobre el cambio de nombre del Programa Nacional de Salas Concertadas por Reactivarte.
La respuesta del Ministerio es que el programa no desaparece puesto que la línea «Reactivarte (Estímulos especiales para salas destinadas a las artes escénicas y espacios no convencionales) es un programa diferente, paralelo, que obedece a una iniciativa de reactivación económica de emergencia, coyuntural, e implementado para contrarrestar las consecuencias negativas de la pandemia. En este sentido, el Programa Nacional de Salas Concertadas tiene permanencia».
Entre las peticiones que hizo el Consejo Nacional de Teatro está el aplazamiento o extensión de plazos de la actual convocatoria, que se abrió el 26 de marzo y se cierra este viernes 16 de abril, petición que fue denegada.
Finalmente, Gasca pidió que el Ministerio compruebe que los recursos no serán entregados por aforo, sino por trayectoria, a la vez pidió tener en cuenta el movimiento de pequeño formato, que es la generalidad en todo el país. “Al final el presupuesto esta para las grandes salas, de las grandes ciudades, y a las ciudades pequeñas, nada”, manifestó.
