Sembrar una hectárea de frijol voluble tiene un costo de $14 millones, por la infraestructura que se debe contar y el alambre. Sin embargo, en la primera cosecha deja ganancias de un 20%, y en la segunda la rentabilidad, puede aumentar hasta un 40%.
Además, la región cuenta con una variedad que se adapta muy bien al departamento que es la col-calima arbustiva.
Y según el informe presentado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el valor agregado de la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca en el primer trimestre de 2024 registró un aumento de 5,5% con respecto al mismo trimestre del año anterior, y fue la actividad económica que presentó mayor crecimiento en la economía durante enero a marzo.
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Buen panorama de producción
En relación a la producción de frijol en la región, Daniel Echavarría, ingeniero agrónomo y coordinador departamental de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales (Fenalce-Huila) manifestó. “El panorama es sumamente halagador, el departamento del Huila está entre el primero y segundo lugar de producción de frijol a nivel nacional. Aquí por excelencia sembramos todo tipo de variedades de frijol élite en Colombia que es el cargamento rojo y bola roja”.
En este sentido, la producción de fríjol en Colombia, está principalmente en manos de agricultores de escasos recursos, los sistemas de producción son variados y están adaptados a las condiciones ambientales y limitaciones socioeconómicas en cada zona.
Anteriormente, el municipio de Guadalupe, ocupaba el primer puesto de producción de esta legumbre en la región.
Los mayores productores
Según el coordinador departamental: “el municipio que más produce frijol en Colombia, se llama Santa María, también se encuentra, La Plata, Colombia, Pitalito y San Agustín. Estos entes territoriales, tienen las condiciones necesarias para producirlo”.
Y en cuanto al costo de propagar este cultivo, esto dijo el directivo: “sembrar una historia de frijol voluble o de enredadera en estos momentos sale costoso, está por el orden de los $14 millones, ya que se deber invertir en buena infraestructura y el alambre. Sin embargo, en la primera cosecha deja un promedio de ganancia de un 20%”.
El profesional agregó que en la segunda cosecha, del cultivo se obtiene una rentabilidad de un 40 o 50%, porque ya se tiene el mobiliario.
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Clase arbustiva
Además, la región tiene suelos para desarrollar el frijol de arbusto, que no necesita la infraestructura ya mencionada. El Departamento tiene una calidad que se adapta muy bien a la región, que es la variedad con-calima robustiva (frijol de arbusto).
En este aspecto el Huila y Nariño, predomina el cultivo de fríjol arbustivo de colores rojos o moteados rojo con crema, acompañado con maíz.
Ha mejorado la producción
Ya en lo concerniente a la producción de esta leguminosa. “Hemos avanzado demasiado en este aspecto, porque la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales (Fenalce), ha llegado a la región, y al hacerlo la gente empieza a hacer selección de las variedades para hallar mayor productividad, por otra parte, tenemos más población por número de hectáreas, manejamos fertilización, control de plagas y a la vez se tienen infraestructuras de secado, para evitar pérdidas de semillas por exceso de humedad, cuando tenemos fenómeno de la Niña en el Departamento”, dijo el ingeniero.
Asimismo, este cultivo puede sembrarse acompañado de otros productos. Hay una técnica mexicana que se llama la milpa, donde además de frijol, los agricultores diseminan maíz, ahuyama.
“Aquí en la región la producción de frijol es tecnificada, quiere decir que se siembra con altas poblaciones, porque en el momento de hacerlo, debe estar completamente limpia para evitar, excesos de malezas y de humedad, que pueden causar daño a la planta”, explicó Daniel Echavarría.
En la zoca de café
Este cultivo también se alterna en la zoca de café, “recientemente tuvimos un contrato grande debido a que la Federación Nacional de Cafeteros y Fenalce, aunamos esfuerzos, el año pasado se sembraron 50.000 kilos de frijol con-calima en la zona cafetera al departamento, con el fin de aprovechar la tierra mientras retoña de nuevo el café”.
Y tienen un programa para la siembra de maíz, que inicia con 16.000 kilos para diseminarlos en las zocas, “porque se quiere mejorar aprovechamiento del suelo y que sea muy rentable para el caficultor”, dijo el funcionario.
Y en cuanto a las recomendaciones, realizadas por el agrónomo a los agricultores, se encuentran: “tenemos que sembrar frijol, maíz, porque son fuentes de proteína económicas, y segundo tenemos cultura de consumo de maíz y lo tercero y más importante es que estos cultivos, pueden generar una buena rentabilidad a los hogares”.
Fenalce vigila la calidad
En este orden de ideas, y con el objeto de vigilar el maíz, la soya y el fríjol que ingresa a Colombia desde el exterior, Fenalce ahora cuenta con observadores en los puertos de Santa Marta, Barranquilla, Cartagena, Ipiales y próximamente en Buenaventura.
Las inspecciones iniciaron en el mes de julio, lo que ha permitido obtener información actualizada sobre cantidades y tipos de granos importados, nombre de las motonaves e importadores, al igual que precios.
A través de estos observadores, el gremio busca una mejor inspección física del grano y una revisión más rigurosa a las declaraciones de importación para verificar cantidad, calidad, uso y el importador. Los observadores son fundamentales para vigilar la trazabilidad en términos técnicos, logísticos y comerciales de los granos importados.
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Denuncia pública
Esta acción se da luego de que Fenalce iniciara en el año 2023 un proceso para la habilitación de observadores portuarios ante la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales – DIAN, lo cual, a su vez, tiene como antecedente el año 2021, en donde la entidad emitió una denuncia pública relacionada con importaciones de maíz que no cumplían con las normas establecidas, producto conocido como «Sin Grado» (SG).
Esta denuncia estaba vinculada a la falta de un sistema de trazabilidad que permitiera seguir el camino del maíz desde el puerto de importación y asegurara que se utilizara de acuerdo con sus características. Además, en la misma denuncia, la Federación señaló la existencia de importaciones de maíz con distintos niveles de calidad al declarado, con inconsistencias en la información proporcionada a las autoridades nacionales en las declaraciones de importación.
El ingreso al país de granos de baja calidad o sin graduación puede tener consecuencias negativas en la salud de humanos y animales y, además, afecta el precio de la producción nacional. Ahora, con la labor la entidad realiza a través de los observadores, seguiremos trabajando para asegurar la calidad de los granos que consumimos.
Ya para finalizar, en el año 2023 Colombia importó alrededor de 6 millones 300 mil toneladas de maíz, 2 millones 428 mil toneladas de soya y sus derivados (soya, torta de soya y aceite de soya) y 42 mil toneladas de fríjol. Las importaciones realizadas tanto en maíz como en soya (excepto para el derivado aceite de soya), provienen principalmente de Estados Unidos. Entre tanto, el fríjol se importó en su gran mayoría de Argentina.