Por: Leonardo Sanmiguel Benavides
Fue el 29 de noviembre de 1990 cuando después de diálogos entre los dirigentes del fútbol nacional como el entonces presidente de la Dimayor, Jorge Correa Pastrana y dirigentes deportivos departamentales junto con el gobernador y alcalde de la época decidieron crear el Club Deportivo Atlético Huila. El equipo profesional que tendría la función de representar a todos los huilenses inició sus primeros pasos en la categoría B de la mano de Victor Quiñonez quien fue su primer timonel. Después ascendió a la primera división en el año 1992, descendió en 1996 y volvió a la A en 1997 hasta la actualidad.
El Atlético Huila con tan solo 30 años de existencia les ha regalado alegrías a los huilenses es así como en el año 2007 y 2009 llegó a la gran final del fútbol colombiano, pero desafortunadamente no logró coronarse campeón en ninguna de las dos ocasiones. Además, en el 2010 participó en la Copa Suramericana gracias a los buenos resultados alcanzados en el año inmediatamente anterior, y a pesar de no llegar a grandes instancias, trajo gozo al pueblo del Huila.
Si se desea escarbar un poco entre la grandeza de muchos equipos de talla mundial como el Real Madrid, Ac Milan, Bayer Munich, Manchester United, Porto entre otros, podemos encontrar la labor fundamental que ha tenido la hinchada en el crecimiento y glorificación de dichas instituciones pues a pesar de ser hinchas exigentes también son incondicionales y han sido quienes llenan el estadio en todos los partidos y compran la camiseta de sus jugadores permitiendo que sus clubes sean cada día más grandes.
Claramente, el Atlético Huila ha tenido muchos altibajos, por ejemplo, actualmente estamos en la categoría B esto consecuencia a que algunas veces no se han tomado las mejores decisiones y quizás esto ha sido una de las razones por las cuales no se ha logrado la tan anhelada estrella, pero el papel más importante lo juegan los aficionados. Este equipo representa a casi 1.200.000 personas, a todos y cada uno de los huilenses y es nuestro deber hacer grande y glorioso al equipo de nuestra tierra. Basta de críticas destructivas, es hora de alentar como nunca, de creer sin miedo alguno que este año volveremos a la primera división y cuando la pandemia se haya ido y podamos acompañar a nuestro equipo en el estadio lo hagamos como nunca antes, es el momento de ser esa hinchada incondicional que haga del equipo donde todo es gloria una verdadera chulupa mecánica que nos dará la primera de muchas estrellas.
“Queramos el equipo de nuestra tierra, sintamos amor por lo que nos representa”
