Diario del Huila

Se desplomó La Ceiba, símbolo de libertad

May 22, 2021

Diario del Huila Inicio 5 Investigación 5 Se desplomó La Ceiba, símbolo de libertad

DIARIO DEL HUILA, ESPECIAL

La emblemática ‘Ceiba de la Libertad’ en el municipio de Gigante Huila, el árbol de plaza más famoso y frondoso de Colombia llegó a su fin.

Asombrados quedaron los habitantes del municipio luego de conocer el desplome de la “ceiba de la libertad”, árbol emblemático de esta población que se fue al piso en la madrugada del viernes, al parecer por daños en su estructura interna, según reportó la propia comunidad.

Este imponente árbol, que tenía más de 200 años, cubría con sus ramas la totalidad del parque central de esta población y se había convertido por sí solo en un símbolo local y regional, además de ser uno de los atractivos turísticos del lugar.

Imágenes, fotografías, pinturas y hasta canciones han hecho parte del reconocimiento que los giganteños y muchas otras personalidades e instituciones de esta zona del país han tributado a este árbol.

Son muchas las leyendas que se han tejido alrededor de este árbol gigantesco, desde hace años, La Ceiba venía generando preocupación, no solo entre los giganteños sino en los huilenses, debido a las afectaciones generadas por un hongo que penetró su raíz debilitando su tronco y propiciando un follaje escaso y enfermizo.

Sin embargo, producto del trabajo de expertos, el majestuoso árbol pudo recuperar su vigor y continuó siendo por algunos lustros más uno de los símbolos importantes del departamento, aunque esas afectaciones al final terminaron pasándole factura.

Producto del deterioro que le había generado la enfermedad fungosa que invadió al árbol, ocasionó su colapso que doblegó inclusive la estructura de protección que había sido colocada en su contorno.

En 1990, el Ministerio de Comunicaciones y la Administración Postal Nacional emitió una estampilla en homenaje a la ceiba.

Según informaron habitantes del municipio, a primeras horas de la madrugada de este viernes un sonido estruendoso en la plaza principal despertó a varias personas del lugar, quienes rápidamente se percataron de lo sucedido, pues el frondoso árbol ya estaba en el piso.

“Sobre las 3 de la mañana escuchamos un ruido muy duro, inmediatamente salimos a mirar que había pasado, todos nos imaginábamos menos que la Ceiba había llegado a su fin, esto me da mucha tristeza pues yo crecí viendo siempre este hermoso árbol”, dijo una habitante del municipio.

Ese símbolo de libertad se doblegó debido a los años y a la infección que tenía en su tronco que inevitablemente le ganó la batalla.

Alrededor de este árbol se tejieron todo tipo de leyendas. Por ejemplo, que cuando el mismo muriera volvería la esclavitud, otros decían que al gran árbol lo sostenía una columna de oro y que el pueblo se hundiría cuando éste desapareciera. También hablaban que debajo de este majestuoso árbol había una gran laguna que hundiría a Gigante cuando muriera.

Sin embargo, tanto los viejos como los jóvenes ya no creen que la muerte de la ceiba pueda traer las graves consecuencias en las que creyeron sus abuelos, lo que sí genera es tristeza debido a la importancia cultural y turística que tenía para los habitantes de esta zona del país.

Según El historiador giganteño Humberto Montealegre La ceiba de la libertad de El Gigante guarda innumerables recuerdos históricos. Su cuadrícula ha sido el centro de las celebraciones cívicas, religiosas y profanas. Su espacio igualmente ha sido escenario de las manifestaciones y contiendas políticas, así como fuera el lugar para el mercado público desde épocas republicanas.

 

Ha sido fuente de inspiración de políticos, pintores, escultores, artesanos, escritores, periodistas, historiadores, teatreros, poetas, compositores, fotógrafos aficionados y profesionales que, por su altivez y belleza, no resisten la tentación de plasmarla en sus obras y dedicarle canciones, poemas y composiciones. Esta ceiba se ha convertido en la mejor embajadora de la localidad en toda la historia de su existencia.

Ceiba se desplomó

El árbol que tiene varias versiones de su plantación llegó a su fin tras varios años de haber sido afectado por una enfermedad fungosa.

La ceiba fue homenajeada el 21 de mayo de 1989 por la Federación Nacional y Comité Departamental de Cafeteros con la participación de la Academia Colombiana de Historia y la Academia Huilense de Historia, la gobernación y la diócesis de Garzón, entre otros.

El 15 de julio de 1990 el Gobierno Nacional por intermedio del Ministerio de Comunicaciones y la Administración Postal Nacional le brindó un homenaje filatélico, mediante la producción de un millón de estampillas.

Si los restos de este árbol caído por causas naturales en la madrugada del viernes anterior, hablara, escucharíamos los miles de propuestas amorosas que se convirtieron en la construcción de centenares de hogares que actualmente son un ejemplo de la pulcritud y de la pujanza de desarrollo social y económico de Gigante y del departamento. Bajo su sombra se planearon muchas estrategias que impulsaron muchos soñadores, que siempre visualizaron el bienestar general de las familias huilenses.

“Yo quiero pedirle al señor alcalde que no vandalice los restos de La Ceiba para que ojalá se haga un pedestal a su alrededor con los mismos restos de las ramas, y hagamos todo un historial con fotografías de las ceibas, y que el tronco que quedó no la vayan arrancar porque es la memoria”, dijo el historiador Montealegre.

Sus versiones

Hay dos versiones sobre su siembra y varias leyendas alrededor de su existencia.  La oficial relata que fue sembrada el 5 de octubre de 1851 por orden del presidente liberal José Hilario López, para celebrar la firma de la Ley que abolía la esclavitud en Colombia. El historiador giganteño Humberto Montealegre  afirma  que se remonta a mucho antes en 1813 como símbolo de nuestra independencia.

Ambas versiones, sin embargo, tienen arraigo en la Revolución francesa. Resulta que en la época de la colonia se emplazaba un cepo en la plaza central para castigar a los indios y esclavos que desobedecían las normas establecidas. Tras el movimiento independentista  de 1810, Antonio Nariño recoge las banderas de la Revolución francesa y toma el símbolo del “Árbol de la Libertad”, junto con la traducción y divulgación de los derechos humanos. Fue él quien decidió entonces que el cepo fuera cambiado, en todos los pueblos, por un arrayán que engalanara la plaza principal.

se desplomo la ceiba

Sobre las 3 de la mañana los habitantes del municipio escucharon un fuerte ruido.

Tal vez te gustaría leer esto

Abrir chat
1
¿Necesitas ayuda?
Hola, bienvenido(a) al Diario del Huila
¿En qué podemos ayudarte?