DIARIO DEL HUILA, GANADERÍA
Las ventas internacionales de carne y animales vivos de origen Colombia se duplicaron en los dos primeros meses de este año al ser comparados con igual periodo de 2020. En carne llegaron a 8635 toneladas y en animales vivos totalizaron 51.216 cabezas.
La Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán, con base en cifras del DANE, reveló que las exportaciones de carne durante enero y febrero de 2021 alcanzaron 8635 toneladas (USD 33,1 millones), una cifra muy superior a la del mismo lapso del año pasado: 4474 toneladas por USD 16,1 millones.
El escalafón de los países que más compraron carne colombiana en el primer bimestre de este año lo encabeza Egipto con 1695 toneladas (USD 5,2 millones) seguido de Líbano, 1196 t (USD 5,1 millones); Hong Kong, 1165 t (USD 5,2 millones); Chile, 1056 t (USD 5 millones); y Rusia con 1180 toneladas por 3,6 millones de dólares.
Las ventas de ganado en pie también han tenido una buena dinámica durante 2021. En enero y febrero de esta vigencia fueron llevados al exterior 51.216 semovientes por un valor de USD 27,4 millones. Esta cifra es muy superior a la del mismo lapso de 2020 en donde se comercializaron 22.659 cabezas de ganado por USD 12,6 millones.
Son cuatro las naciones que compran ganado en pie proveniente de Colombia: Egipto, que adquirió 29.355 cabezas en los dos primeros meses del año por USD 13,8 millones; Irak, 14.598 vacunos (USD 8,3 millones); Líbano, 3430 semovientes (USD 2,7 millones); y Jordania, 3833 toros por 2,4 millones de dólares.
Ganadería sostenible
José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), destacó esta cifra y la dinámica que han tenido las exportaciones de carne y ganado en pie desde Colombia. Indicó que cada vez son más los países que le abren sus puertas a la carne colombiana 100 % criada en pasturas naturales y sistemas silvopastoriles amigables con el medioambiente.
El dirigente gremial le salió al paso a las declaraciones que algunos sectores de alimentos, animalistas y ambientalistas han hecho sobre las exportaciones de animales en pie, la supuesta escasez de carne bovina en el mercado nacional y el encarecimiento de los cortes finos.
“Los frigoríficos rechazan la exportación de animales porque quisieran sacrificarlos. Hace unos años, cuando el Fondo Nacional del Ganado controlaba los de Friogán -un patrimonio ganadero del que gran parte se perdió por decisiones irregulares del gobierno Santos-, nos atacaban dizque por no apoyar las exportaciones para favorecer a Friogán, lo cual era falso, y hoy, paradójicamente, nos atacan por apoyarlas”, indicó.
Hato ganadero en crecimiento
Aclaró que la carne bovina tiene un precio relativo más alto, porque es más costoso criar y levantar un novillo que un pollo o un cerdo. También recordó que el hato nacional bordea los 30 millones de animales, en parte porque, solo entre 2016 y 2018, entraron más de cinco millones de contrabando. Y siguen entrando.
“De ese total, cerca de 14 millones son hembras mayores de 2 años que, con una tasa de natalidad del 53 % -muy baja-, suman más de 7,4 millones de nacimientos”, añadió.
Lafaurie Rivera informó que el sacrificio formal en 2020 fue de 3’270.000 cabezas, que, sumadas al clandestino, estimado en 15 % del formal, da un total de 3’760.000 animales. Castigando esa cifra con un incremento del consumo de 10 %, que no se dará en la pandemia, se llegaría a un sacrificio total de 4’137.000 animales que, restados de los animales nuevos, arrojan un aumento neto del inventario de 3,3 millones de cabezas.
El presidente ejecutivo de Fedegán destacó la actual dinámica exportadora que generará un crecimiento en 2021, entre carne y animales, del 10 %, equivalente a otras 512.000 cabezas menos.
“Sin contar factores como la dinámica del mercado, la mayor retención de hembras, la mayor productividad de los Sistemas Silvopastoriles en auge, y la persistencia del contrabando, entre sumas y restas el hato crecerá, durante 2021, en 2,8 millones de animales como mínimo, y conservará esa tendencia creciente en los próximos años”, anotó.
Observó que no hay ni habrá desabastecimiento, por la inercia de crecimiento del hato, combinada con una tasa de extracción (sacrificio) que continuará baja por la lenta recuperación del consumo. Además, “si bien el precio al ganadero repunta, lo que hay hasta ahora es recuperación de pérdidas y, aun así, es todavía bajo y competitivo en los mercados internacionales”.
Y, por último, reiteró que los precios al consumidor muy por encima de la inflación no son otra cosa que especulación que enriquece intermediarios en época de pandemia.