Por: Juanita Tovar Sandino
El nombramiento de Ángela María Buitrago como nueva Ministra de Justicia en Colombia marca un hito significativo en la política y la administración de justicia del país. Con una destacada trayectoria como abogada y fiscal, Buitrago es conocida por su firmeza, independencia y compromiso con la justicia y los derechos humanos. Su designación es una señal de los cambios que se avecinan en el sistema judicial colombiano, que ojalá, en medio de este acalorado momento por el que atraviesa el país, sean posibles.
La nueva Ministra de Justicia tiene los ojos de los colombianos puestos encima para saber cuáles serán sus posiciones frente a la Constituyente, las chuzadas, la crisis del sistema carcelario, la política contra las drogas, la violencia de género, la seguridad de los jueces que administran la justicia en el país, la Justicia Transicional, y sobre un proyecto de ley que se cocina entre el Ministerio de Justicia, la Fiscalía y la Corte Suprema con el que se pretende impulsar la ‘justicia premial’.
Ese borrador de proyecto plantea la posibilidad de adelantar negociaciones con los delincuentes a través de Principios de Oportunidad o Preacuerdos, para evitar la etapa de juicio, y así llegar de manera más rápida a obtener condenas, todo para impedir el aumento en la impunidad que está por encima del 90%, según la alerta que emitió la Corte Suprema de Justicia en los últimos días.
Por otro lado, es importante reconocer y construir sobre las bases establecidas por su predecesor, Néstor Osuna, que durante su gestión como Ministro de Justicia, promovió la justicia transicional como parte integral del proceso de paz con las FARC. Este enfoque no solo es crucial para la reconciliación nacional, sino también para asegurar que las víctimas reciban justicia. Buitrago debería continuar fortaleciendo este proceso, asegurando que la justicia transicional no sea solo una promesa, sino una realidad tangible.
El nombramiento de Buitrago llega en un momento en el que la reforma judicial y la lucha contra la corrupción son temas prioritarios. Uno de los mayores retos será recuperar la confianza de los ciudadanos en el sistema de justicia, porque la percepción de corrupción y la ineficiencia han erosionado la fe de la ciudadanía en las instituciones judiciales. Buitrago deberá trabajar para implementar reformas que no solo sean efectivas, sino también transparentes, asegurando que el país vea y sienta el cambio.
El norte de la nueva Ministra de Justicia debe ser priorizar soluciones para la congestión judicial, de modo que el Sistema Penal pueda ser más eficaz y rápido en los procesos contra quienes cometan delitos, para que no se llegue a un colapso en el sistema debido a las eternas y amañadas dilaciones en los casos judiciales con las que se logran libertades por vencimiento de términos o prescripción de la acción penal, y con eso aumentar el ya escalofriante porcentaje de impunidad que está en el 96%.