Por: Luis Alfonso Albarracín Palominoalfonso519@gmail.comLo he venido afirmando sin sesgos ideológicos en esta columna que se publica semanalmente en esta tribuna de opinión, que las finanzas públicas del gobierno nacional están presentando un déficit por la disminución de los recaudos que, si se sigue manteniendo esta tendencia, al finalizar la presente vigencia habrá superado los 40 billones de pesos. Se nota el desespero del equipo económico del alto gobierno, expresando que en el Presupuesto General de la Nación hay necesidad de hacer recortes en los gastos sociales que ya empezaron a afectar la inversión pública en los entes territoriales, producto de los factores expuestos anteriormente en otras columnas que se han difundido. Las medidas alcabaleras que tomó el gobierno nacional, una vez inició su periodo presidencial, el actual primer mandatario de los colombianos, y el aumento sucesivo de los precios de la gasolina durante 14 meses, afectaron sensiblemente el consumo de las familias colombianas.Está demostrado que cuando la economía colombiana crece, los agentes económicos pagan impuestos. Las bajas cifras de crecimiento de los sectores económicos que conforman el PIB han venido presentando indicadores adversos. A la luz del Indicador de Seguimiento a la Economía, ISE, durante agosto, la actividad económica repuntó 2,02% en comparación con el mismo mes del año pasado. Esta cifra no es mejor que la presentada en el periodo inmediatamente anterior, pero sí marca una mejora respecto a 2023, cuando la agricultura y los servicios impulsaron el crecimiento hasta 3,68%, lo cual es muy positivo. Aunque el comportamiento económico fue menor de un mes al otro, la tendencia sigue en números muy buenos gracias a las actividades primarias y terciarias, es decir, el agro y los servicios. Todas las actividades primarias registran un crecimiento anual de 3,52% al octavo mes del año, cifra que es muy similar a la de países de economías comparables con Colombia. Recientemente los medios de comunicación han coincidido que el lunar de la economía se mantiene en las manufacturas y la construcción, que son históricamente agrupadas en las actividades secundarias, las cuales cayeron 1,39%. Poco a poco el país económico, político y social percibe más cómo funciona la economía y entiende algo muy básico: si la economía crece, aumenta el pago de impuestos. El panorama de crecimiento es mejor en lo corrido del año que en 2023, lo cual se convierten en la espina dorsal para el desarrollo económico. Todas las industrias manufactureras y de construcción, permitiéndome inferir que la cascada tributaria debe mejorar al cierre del año. Aunque en el octavo mes del presente año, el recaudo tributario retrocedió, los ingresos por concepto de impuestos fueron de $16,08 billones durante el mes, ésto es 30,8% menos de los $23,2 billones de agosto de 2023. Esta fue la segunda caída mensual más pronunciada del recaudo en lo que va del año, desde que en abril retrocedió 40,8%. El pago de impuestos se había recuperado levemente en julio, cuando ingresaron $26,4 billones a las arcas del Estado, con un crecimiento de 4% frente al mismo mes de 2023. Pero los anuncios del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, con su equipo de trabajo ha alertado que, para final del presente mes, posiblemente se debe hacer un recorte superior a los 33 billones de pesos., producto de las dificultades de recaudo.