Eran 18 propuestas hace un año y solo se han cumplido 3. Durante la instalación del evento en Barranquilla, constructores volvieron a enviar alertas.
DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
El Sector Vivienda en Colombia: Un Año de Promesas Incumplidas y Desafíos Crecientes
El sector de la vivienda en Colombia atraviesa uno de sus momentos más críticos en 2024, con cifras que rememoran los años más bajos del mercado. En medio de este panorama, el Congreso Colombiano de la Construcción, organizado por Camacol, se convirtió en el escenario donde se expresó la creciente preocupación de los constructores ante el estancamiento del sector. A pesar de las promesas del gobierno, la realidad es que poco se ha avanzado en la reactivación del mercado, y las expectativas de crecimiento parecen ser cada vez más lejanas.
Ventas de vivienda en caída libre: el deterioro de un sector
Las cifras no mienten: las ventas de vivienda en 2024, con un acumulado de 66.620 unidades a mitad de año, son las más bajas desde 2012. Este descenso pone de relieve los efectos negativos de la crisis del sector, que no solo ha afectado los precios de las viviendas, sino también el empleo, especialmente en la mano de obra no calificada, que es la más vulnerable a las fluctuaciones del mercado. Las proyecciones de crecimiento que en su momento se plantearon para el sector se han visto frustradas por la caída en las ventas y el estancamiento en los proyectos de construcción.
Este panorama pone en evidencia las dificultades que enfrentan los colombianos para acceder a la vivienda, un problema estructural que lleva años afectando al país. La crisis no solo ha golpeado a las familias que sueñan con tener una vivienda propia, sino también a los miles de trabajadores que dependen de la construcción para ganarse la vida. De acuerdo con datos del gremio, en 2022 las ventas alcanzaron un total de 133.280 unidades, lo que hace aún más visible la estrepitosa caída en las cifras de este año. Este desplome se está llevando de paso una de las principales fuentes de empleo en el país, con una reducción significativa en la contratación de mano de obra no calificada y la pérdida de miles de puestos de trabajo directos e indirectos.
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El rol de los subsidios: un pilar fundamental para la reactivación
En su intervención en el Congreso, Guillermo Herrera, presidente de Camacol, subrayó la gravedad de la situación. Recordó que las ventas de viviendas en años anteriores, particularmente en 2022, fueron mucho más altas, lo que pone aún más en perspectiva la magnitud de la caída. Según Herrera, «la política de vivienda no ha resuelto el deterioro del sector que comenzó en 2022, y hemos perdido miles de empleos». El gremio ha sido claro en señalar que el principal obstáculo para la reactivación es la falta de subsidios, que han sido una herramienta esencial para fomentar la compra de viviendas, especialmente para los hogares de ingresos más bajos.
El gobierno había prometido el mantenimiento de un número considerable de subsidios del programa «Mi Casa Ya», pero la realidad ha sido muy diferente. En lugar de los 50.000 subsidios que se habían anunciado, la cifra real no supera los 20.000, lo que ha generado una fuerte desilusión entre los constructores y los beneficiarios potenciales de estos programas. La falta de estos subsidios ha generado una desaceleración de la actividad, lo que ha afectado directamente tanto a los consumidores como a las empresas constructoras, que ven cómo sus proyectos quedan estancados o se retrasan.
Promesas incumplidas: la desilusión del sector constructor
Uno de los puntos más críticos de la intervención de Herrera en el Congreso fue el balance de las propuestas hechas por el gobierno en el evento del año pasado. De las 18 propuestas anunciadas en 2023, solo tres se han cumplido hasta la fecha. Esta cifra refleja la falta de un compromiso real y efectivo con la reactivación del sector, que sigue esperando políticas públicas claras y coherentes que impulsen la demanda y la inversión en vivienda. «A pesar de los múltiples llamados que hemos hecho, no hay un plan de reactivación concreto», destacó Herrera, quien expresó el descontento generalizado de los constructores.
Entre las pocas medidas que sí se han implementado, destaca la preasignación de subsidios para viviendas de interés prioritario, una iniciativa que, aunque positiva, no ha sido suficiente para compensar la caída de otros segmentos del mercado, como la vivienda de interés social (VIS) y la no VIS. La ausencia de un plan de acción que impulse estos sectores más amplios ha dejado al mercado de la vivienda en una situación de incertidumbre que afecta tanto a los constructores como a los potenciales compradores.
Impacto en el empleo: la crisis del sector de la construcción
El impacto del estancamiento del sector vivienda no solo se limita a las ventas de viviendas y los subsidios. Como lo destacó Camacol, la construcción genera al menos 1,5 millones de empleos directos e indirectos en el país. Esta cifra es un reflejo de la importancia del sector en la economía colombiana, no solo como motor de crecimiento económico, sino también como fuente de trabajo para miles de colombianos. Sin embargo, el descenso en la actividad constructora ha provocado una pérdida significativa de empleos, especialmente entre los trabajadores de la construcción no calificados, quienes son los más afectados por la falta de proyectos y la desaceleración en el sector.
Según Camacol, el impacto en el empleo se ha hecho especialmente evidente en las regiones donde la construcción representa una de las principales fuentes de trabajo. El desempleo en estas áreas ha aumentado de forma alarmante, lo que contribuye a una mayor desigualdad y descontento social.
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