Por: Hugo Fernando Cabrera Ochoa
Definitivamente “quien no conoce su historia está condenado a repetirla”, y un hecho palpable es el que estamos viviendo actualmente en nuestro patria.
Tomo un aparte publicado en internet, de lo que le generó el título a nuestro territorio de “Patria Boba”, en el periodo comprendido entre 1810 y 1816, aproximadamente: “La Primera República de la Nueva Granada, conocida despectivamente como la “Patria Boba”, fue el periodo en el cual coexistieron hostilmente las Provincias Unidas de la Nueva Granada y el Estado Libre de Cundinamarca; el calificativo fue citado la primera vez por Antonio Nariño en uno de sus artículos publicados en «Los toros de Fucha» de manera sarcástica refiriendo la forma como sus detractores percibían su gobierno; el término se popularizó posteriormente como una forma de condena contra la guerra fundacional que hubo entre centralistas y federalistas, la cual se percibe como el principio de la fragmentación social y política en la naciente república”.
Díganme cuál es la diferencia, luego de las “Marchas Bobas”, en las que medio país, que ahora se hace llamar “de derecha” y que no está de acuerdo con el gobierno actual, sale a las calles para expresar su temor y descontento, por las medidas y reformas propuestas por el Ejecutivo, y luego otro medio país que se hace llamar “de izquierda o progresista” también sale a asolearse en unas ciudades y a lavarse en otras, para conmemorar el día internacional del trabajo y expresar el apoyo al Presidente Gustavo Petro.
Como se acabaron los argumentos filosóficos y políticos, como se agotaron las vías del diálogo y la concertación entre colombianos, como se esfumó el sueño se ver salir adelante a este país, como están muriendo las esperanzas de ver un futuro promisorio en nuestra nación, entonces la gente sale a caminar por las calles, sin que esto represente mayor cosa, o simplemente carezca completamente de significado.
Estamos comenzando el mes quinto del año 2024 y aún faltan dos años para las próximas elecciones presidenciales, sin embargo, toda la atención está puesta en estas contiendas; por eso el país no avanza ni lo dejan avanzar. Estamos ahí trancados, viendo cómo, todos los días, los medios de comunicación nos levantan atacando al gobierno y éste se defiende a través de las redes sociales, en una pugna estéril que desestabiliza al estado y lo colma de zozobra e incertidumbre.
Ahora vivimos es sometidos a una terapia de miedo, de temor por lo que pueda pasar con Petro o por Petro, y se nos olvida que debemos seguir adelante, progresar, desarrollarnos como nación, generar riqueza, mejorar la calidad de vida de todos los colombianos, crear oportunidades para crecer y mejorar.
Adenda:
Definitivamente Neiva anda en un momento muy crítico por el problema “2 H”, huecos y hampones. Por todos lados se ven, se sienten y nos ponen en terrible riesgo a toda hora. No sé qué va a pasar o a dónde vamos a parar, pero la situación se está tornando por demás peligrosa, todo por los “2 H” que tienen a la capital del río Magdalena en compleja crisis.
