La primera masacre del año 2021 se registró en el 10 de enero, en el municipio de Solano, en el departamento del Caquetá, allí asesinaron a tres personas entre jóvenes y campesinos que estaban en una gallera. Al lugar llegó un grupo armado y empezó a disparar.
Ese mismo 10 enero se registró otra masacre en Betania, Antioquia. Mataron a tres personas integrantes de una misma familia, al parecer por el grupo ilegal los Caparros.
Dos días después, el 12 de enero, asesinaron a tres personas en Cali, Valle del Cauca, las personas asesinadas trabajaban en un puesto en la plaza de mercado. Las primeras versiones indican que por no pagar la cuota que les exigía el grupo armado los mataron.
El 17 de enero se reportó otra masacre en Popayán, Cauca, asesinaron a tres ciudadanos por una guerra entre pandillas.
El 18 de enero mataron a tres personas en Tarazá, Antioquia, por una venganza entre los grupos armados de los Caparros y el Clan del Golfo, según han dicho las autoridades de la zona.
Y el domingo 24 de enero en Buga, Valle del Cauca, mataron a cinco personas. Eran estudiantes. Las primeras hipótesis es que iban a secuestrar a uno de los jóvenes y abrieron fuego.
Estas masacres son reportadas por las organizaciones de derechos humanos y recopiladas por la ONG Indepaz, ya que consultada la Fiscalía nos dijeron que se encuentran en proceso de revisión de cifras y no tienen datos sobre estas masacres que se han presentado en el país.
