Por: Hugo Fernando Cabrera Ochoa
El Sumo Pontífice y Santo, Juan Pablo II, durante toda su vida al servicio de la Iglesia Católica, tuvo una gran cercanía con la juventud, dándole siempre a quienes atravesaban esta hermosísima etapa de la vida, toda la importancia, dada la significancia que él mismo le daba.
Así lo expresa la docente de filosofía y estudiosa del pensamiento de San Juan Pablo II, Luz González Umeres, quien señala que el mensaje de este sucesor de Pedro, sigue aún más vigente que nunca. Una de las frases más famosas que él pronunció dice: “Los jóvenes son la esperanza del mundo y de la Iglesia, y es precisamente en la etapa de la juventud en la que se forja el proyecto de vida”.
Como sucesor del mencionado Gran Jerarca de la Iglesia Católica fue nombrado Benedicto XIV, quien en su encuentro con jóvenes en el año 2013 les dijo: “Construid con entusiasmo un mundo mejor que el de vuestros mayores”; expresión con la que delegó una responsabilidad muy grande a la juventud, debido a que este llamado fue y es más significativo de lo que puede parecer de manera superficial.
El Santo Padre, Francisco, pronunció en una de sus últimas alocuciones dirigida a los jóvenes, las siguientes palabras: “Los jóvenes son siempre la esperanza de una nueva unidad para la humanidad fragmentada y dividida”. Que palabras tan elocuentes y tan significativas, pero que además generan un compromiso aún mayor. Los jóvenes deben ser los grandes constructores de paz, de esa paz que a los mayores nos quedó grande concretar, fortalecer y promulgar.
A partir del martes entrante se celebra en el Huila, la Semana de la Juventud, una celebración que no se quiere dejar pasar por alto y que desea llevar a todos los jóvenes huilenses un gran mensaje de paz y de unidad, de invitación al cambio y fortalecimiento en sus principios y valores; un llamado a hacer parte de la construcción de nuevos seres con espíritu de progreso, de desarrollo económico, social, cultural y ético.
Los jóvenes de hoy, serán los profesionales, científicos, deportistas, empresarios, gobernantes y ciudadanos del futuro; sobre ellos recaerá el devenir de nuestro territorio, de nuestra nación y de nuestro planeta en general; por tanto, es fundamental asumir frente a ellos, como adultos, una responsabilidad y compromiso, de formación, ejemplo y educación, basados en lo que se desea para ellos mismos.
Recordemos que la mejor manera de predecir el futuro es creándolo, expresado de otra manera por Stephen Covey, autor de importantes bestseller, “el entusiasmo está profundamente arraigado en la capacidad de elegir, no en las circunstancias. Para quien siente entusiasmo, la mejor manera de predecir el futuro es creándolo”.
Acompañemos a los jóvenes durante la próxima semana y motivémonos a acompañarlos por siempre, para que sean ellos los grandes constructores del futuro, porque no es dejarles el mundo destrozado para que ellos lo arreglen, es hacer el esfuerzo por lograr una transición generacional histórica.
