El senador Iván Cepeda presentó la propuesta de crear una mesa de negociación con el ELN para que se desarrolle en Colombia.
DIARIO DEL HUILA, POLÍTICA
Por: Angélica Andrade
Iván Cepeda, senador e integrante de la mesa negociadora entre el gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional, ELN, considera que existen las circunstancias, el ambiente y las condiciones para que la mesa de diálogo pueda desarrollarse en Colombia, toda vez que, las sesiones realizadas hasta el momento se han ejecutado en México y Venezuela, siendo Cuba la sede donde se reunirán para cumplir con el próximo encuentro programado para el 27 de abril.
La mencionada posibilidad expuesta por el senador Cepeda es tan solo una probabilidad que sería estudiada a profundidad por las dos delegaciones en negociación, puesto que se han presentado otras propuestas: “Esa es una posibilidad, es un planteamiento; pero como toda decisión debe ser objeto de una conversación entre las partes en la mesa, y obviamente de una decisión bilateral y no de una imposición”, mencionó Cepeda.
El senador también indicó que, de ser aceptada su proposición, la idea no sería algo “que sea extraño al proceso que estamos desarrollando”, toda vez que trajo a colación que “ya hay precedentes sobre esa presencia. En meses anteriores hubo una caravana humanitaria y una visita conjunta de una delegación del Gobierno y del ELN, a la zona del Bajo Calima y el Medio San Juan”, agregó Cepeda.
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Hasta el momento, las delegaciones del gobierno colombiano y del Ejército de Liberación Nacional, ELN, continuarán los diálogos con fines de iniciar un proceso de paz, dándose cita en La Habana el próximo 27 de abril, una vez se realice la ordenación de la mesa de diálogos, puesto que las primeras agendas oficiales iniciarán el 28 de abril, fecha en la que el nuevo proceso, según aseguró desde el 22 de marzo el senador Iván Cepeda, esta se convertiría en la actualizada agenda de paz entre el gobierno nacional y los integrantes del grupo armado ilegal.
Es de mencionar que la propuesta fue presentada ante el Congreso de la República, a través de un extenso documento que contiene la agenda actualizada correspondiente a lo que se desarrollaría en el marco de los diálogos de paz entre el país y el Ejército de Liberación Nacional, ELN.
Tras el planteamiento consignado en la nueva agenda, se dicta que “la participación democrática e incluyente es el corazón de este proceso de paz”. En este sentido, se proyecta la realización de un diseño para crear el modelo participativo que sea vinculante y transformador y que garantice la capacidad de vincular a la mayor cantidad de actores y líderes sociales mediante mecanismos, herramientas, estrategias y elementos temáticos, territoriales e intersectoriales.
“Para lograr estos objetivos se planificará esa participación delimitando cuidadosamente este modelo en cuanto a sus tiempos, temas y espacios”, además agregó que se realizará una veeduría para que el proceso integrador cuente con las cauciones de seguridad idóneas, lo cual implica que el mencionado actuar esté conducido y bajo los parámetros de un cese bilateral al fuego y a las hostilidades.
Por su parte, el segundo punto establece la “democracia para la paz”, en el que se incluyen los factores asociados a la participación que involucra una “amplia deliberación social” acerca de los problemas primordiales que representen un alto nivel de incidencia para la sociedad. En cuanto al segundo ítem “supone examinar el modelo económico y político desde una perspectiva democrática” en el que mediante el involucramiento se garantice la participación de la totalidad de los actores sociales “sin exclusiones”.
“Transformaciones para la paz” es como se le denominó al tercer punto, en el que la participación, el Acuerdo Nacional trazado por el Ejecutivo y parte del Congreso, las alianzas sociales, lo estipulado en la mesa de diálogos, las leyes y planes de desarrollo que consientan transformaciones positivas para la consolidación de la paz con la guerrilla del ELN para que queden depositados en un Plan Integral de Transformaciones.
El cuarto eje está relacionado con las víctimas, pues se fundará en las nociones de verdad, justicia, reparación integral, la no repetición y el no olvido, en cuyo contexto, la verdad servirá para la “asunción de responsabilidades de las partes del conflicto armado, se adoptarán mecanismos de justicia, el daño que se ha causado a la naturaleza será abordado en forma específica, y las comunidades en los territorios tendrán la palabra sobre estos asuntos”, reza el documento.
El fin del conflicto armado es el eje principal del quinto punto de la nueva agenda, reto que obliga que para llegar a tal fase del proceso, las dos partes han de hallar un mecanismo a través del cual el ELN desista a las armas y a su empleo para ampliar su capacidad de violencia en el país, por lo que “se diseñará un procedimiento adecuado y conducente, en el que se plantee que, uno de los acuerdos entre los negociadores esté centrado en dejar de producir, comercializar y usar armas de manera masiva como parte del fin del conflicto con esa guerrilla”, se lee en la propuesta.
Para finalizar, el punto seis es el Plan General de Ejecución de los acuerdos que, según lo ilustrado en la Ley 2272 de 2022, que conceptualiza a la Paz Total como política de Estado, los consentimientos alcanzados en la mesa de diálogos deben ejecutarse en los próximos gobiernos, concluye el documento.
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