Familiares y amigos de Julián Mauricio Ramírez Bautista, el joven que fue vilmente asesinado por sujetos, frente a su lugar de residencia en momentos en los que pretendía abrir la puerta del garaje para guardar su moto. Ayer le dieron el último adiós en medio de la incertidumbre por la inseguridad reinante en la capital del Huila.
En el barrio San Jorge, sur de la ciudad, fueron velados los restos mortales de Julián Mauricio Ramírez Bautista, de 24 años de edad, una de las víctimas de la inseguridad, el pasado fin de semana en Neiva.
Voces de rechazo, se escucharon por el crimen que le segó la vida y frustró los sueños de este joven estudiante y trabajador que estaba a punto de graduarse como Administrador de Empresas en la Universidad Surcolombiana, en la que también se había certificado como bilingüe en Ileusco.
Al parecer, la víctima pretendía ingresar la motocicleta a su vivienda, fue allí cuando fue abordado por dos sujetos, quienes forcejean con él, en el intento por robarle la moto le propinaron un disparo de arma de fuego a la altura del abdomen y aunque alcanzó a ser trasladado a la ESE de Canaima de donde lo remitieron a un centro asistencial de mayor complejidad, los esfuerzos por salvarle la vida fueron en vano.
Claman justicia
En medio de la consternación que les causó la temprana y cruel partida de Julián Mauricio, familiares, compañeros de trabajo y de estudio, amigos y gente que llegó hasta el lugar de su residencia en el barrio San Jorge primera etapa de la capital del Huila, el clamor fue uno solo. “Que haya justicia, que el crimen no se quede en la impunidad, que capturen a los sujetos y les apliquen todo el peso de la ley”, manifestaron.
La desesperanza a todos les llegó por el lado de la cantidad de hechos similares que se presentaron en Neiva, en donde además del crimen del joven estudiante se reportó otro hecho similar, con saldo de otro joven asesinado por robarlo y en el mismo sector de San Jorge, una joven fue víctima del robo de su moto y le causaron lesiones al intentar resistirse.
A nombre de la familia
El único que quiso hablar a nombre de la familia, fue el mayor de los hermanos de Julián Mauricio, Isis Ramírez.
Con voz entrecortada y lágrimas en los ojos, Isis le contó a Diario del Huila sobre el difícil momento que intentan asimilar y que les cambió la vida en este 2023.
“Eran como las once de la noche y mi hermano iba a abrir la reja y en esos instantes fue abordado por dos sujetos y uno de ellos le propinó un disparo a la altura del abdomen en el lado izquierdo. Mi papá y mi hermano lo llevaron a la ESE de Canaima, de allí lo remitieron a la cínica Uros en donde desafortunadamente murió”, dijo con tristeza.
Lo que dejó en claro, Isis es que primero le dispararon y luego se llevaron la moto. Sobre la investigación, comentó que hay buenos indicios, pero no se puede comentar para no entorpecer la misma.
Sobre los sueños truncados, en referencia a su hermano, hizo el recuento en el que destacó a Julián Mauricio como un joven que se dedicaba a trabajar y a estudiar. “Estaba por graduarse como Administrador de Empresas, era bilingüe y trabajaba en Depósitos Trujillo, era un buen hijo, un buen hermano, tío y esposo”, comentó.
Para Isis además de la tristeza que le produce la pérdida temprana de su hermano, le produce un profundo dolor ver a sus padres, hermanos y a toda la familia acongojada, por esta tragedia que les ha tocado vivir.
“Esto ya se salió de control independiente de que la persona sea joven o adulta mayor, ya no se sabe qué es lo que pasa, será que estamos en manos de mafias, delincuencia organizada que ya se la ganó a los organismos del estado y a la fuerza pública, sostuvo, e hizo referencia al crimen del muchacho en el barrio Chicalá y al robo a la joven en San Jorge”.
“Lo único que nosotros reclamamos es justicia, que este crimen no se vaya a quedar en la impunidad como muchos otros”, concluyó Isis antes de acompañar los despojos mortales de su hermano a su última morada en el cementerio central de la ciudad de Neiva.
