Como resultado de las fuertes precipitaciones que se han venido presentando en la cuenca alta del río las Ceibas, la capital huilense ha vuelto sufrir el corte del preciado líquido, por la alta turbiedad que supera las siete mil unidades. Esto ha provocado que la planta de tratamiento del Jardín esté colapsada por la cantidad de lodo que presenta el agua de este afluente del río Magdalena, que suministra el recurso hídrico a los neivanos. La gerencia de las Ceibas con todo su equipo de trabajo se ha puesto al frente, para darle una salida pronto a la situación de emergencia sanitaria que afronta la ciudad de manera intermitente. Es impresionante el viacrucis que están padeciendo las comunidades en los últimos días, de la manera como han tenido que enfrentar la emergencia sanitaria por la falta de este recurso hídrico.
Estas suspensiones transitorias en algunas horas del día, ha generado que se vuelva a repensar, cuál podría ser la solución expedita de las muchas alternativas que se deben emprender en el corto y mediano plazo, para evitar estas crisis, a la cual estamos sometidos los neivanos cuando se presentan grandes crecientes de éste. Es indispensable que los próximos candidatos que aspiren a llegar al primer cargo administrativo de la ciudad planteen algunas estrategias que conduzcan a generar sinergias para superar esta clase emergencias. Hay que estructurar un plan a largo plazo, para buscar nuevas fuentes de suministro de este preciado líquido, con el fin de atender la creciente demanda durante las próximas décadas.
Lo anterior es producto, de la sumatoria de todo el daño y degradación ambiental, que de manera sucesiva y sistemática ha venido soportando la cuenca alta del río Las Ceibas. Todos hemos sido cómplices de la desforestación implacable que en otrora se presentó. Los asentamientos humanos han desestabilizado las laderas que las han talado, con el fin de cultivar productos agrícolas, de manera antitécnica e inadecuada. Cuando es alta la intensidad de las lluvias, en esta zona, se desprenden con facilidad, sedimentos y material vegetal que es lo que afecta las bocatomas de nuestro acueducto municipal. Así lo reiteran los dieciséis estudios técnicos que las anteriores administraciones municipales y las autoridades ambientales han contratado.
Además, la inestabilidad geológica que existe en dicho territorio contribuye para que se presente esta situación. Paralelo a lo anterior, es indispensable volver a retomar el programa de compra de predios para que las familias abandonen el área de influencia del nacimiento de estos afluentes hídricos. Esto permitiría recuperar de forma natural todo el entorno arbóreo. Con ello podríamos mitigar en parte, los efectos de futuras avalanchas de lodo y sedimentos. Con las condiciones ambientales y meteorológicas actuales, desbordan la capacidad de tratamiento y potabilización del líquido.
