El proyecto, que transforma los tradicionales granos de cacao que se producen en el municipio de Íquira (Huila) en chocolatería fina, está conquistando el mercado con productos de alta calidad que conquistas paladares en el exigente mundo del cacao.
Diario del Huila, Economía
Karem Castro González, una joven apasionada por la agroindustria, ha logrado realizar su sueño de convertirse en empresaria a la edad de 31 años. Con formación en Ingeniería Ambiental y como Técnica en Chocolatería, ha dado vida a su proyecto, Shalena, que va más allá de la simple elaboración de chocolates de mesa, apostando por productos derivados del cacao endulzados con estevia.
Karem comenzó su camino hacia el éxito empresarial en el año 2020 cuando el Fondo Emprender la seleccionó para recibir recursos en una convocatoria a nivel nacional. Esto permitió que su proyecto de fábrica de chocolates en el municipio de Íquira, en el Huila, cobrara vida. Posteriormente, complementó su formación con un técnico en chocolatería en el Sena, lo que le brindó un profundo conocimiento sobre la calidad del cacao y la industria chocolatera.
“Soy oriunda del municipio de Íquira, hija de dos docentes y madre de dos encantadoras niñas: Shaira y Helena, cuyos nombres inspiraron la creación de mi empresa, Shalena. Durante mi último semestre de Ingeniería Ambiental, enfrenté un desafío cuando rechazaron mi tesis y me pidieron que la volviera a realizar en un plazo de seis meses. Fue entonces, mientras transitaba por ese periodo de incertidumbre universitaria, que me topé con un profesor que me alentó a considerar la creación de una empresa como una alternativa válida para obtener mi título. Esta sugerencia no solo representaba una oportunidad académica, sino también el punto de partida de mi travesía emprendedora”, relató Karem.
Una vez constituido, Karem decidió buscar recursos para sacar a flote su idea de empresa, para que esta no se quedara solo en el papel de Cámara de Comercio. Obtuvieron los recursos para poner en marcha su proyecto a través de una convocatoria específica del Fondo Emprender del Sena en el año 2019.
Utilizaron estos recursos, condonables bajo ciertas condiciones, para crear una fábrica de chocolates completa, desde el proceso de transformación del cacao hasta la obtención de las tabletas finales. Después de un arduo trabajo durante dos años, cumpliendo con el plan de negocios y superando diversas interventorías, Karem logró que la deuda fuera condonada, convirtiendo a Shalena en su propiedad.
Amante de los chocolates
Karem, asegura que, desde muy pequeña, se declaró amante de las chocolatinas, sin saber que algún día tendría una empresa en esta industria, cuando estaba en el colegio, vendía chocolates en compañía de su hermana menor. Ya estando en su etapa final universitaria y viendo la necesidad de crear la empresa, fue la sabiduría de su madre quien le recomendó hacer una fábrica de chocolates.
“Se que este proyecto ha valido la pena, cuando escucho a otras mujeres cacaocultoras, mis amigas del colegio, de la universidad, sentirse orgullosas de Shalena. Eso me llena de orgullo y motivación. Hoy estamos a la altura de grandes chocolaterías del país”, comentó.
El espíritu emprendedor de Karem no se detiene ahí. Con Shalena, no solo busca éxito comercial, sino también impacto social y ambiental. Su empresa no solo está llevando el nombre del departamento del Huila a nuevos horizontes en Colombia y en el mundo, sino que también está contribuyendo al bienestar de los campesinos locales. A través de la compra responsable de materia prima, Shalena garantiza precios justos por el cacao fino y de aroma, mejorando así la calidad de vida de los agricultores de la región.
Sin embargo, el camino del emprendimiento no ha sido fácil para Karem. Se ha enfrentado a numerosos desafíos que, aunque difíciles, han forjado su carácter y determinación. Desde la falta de apoyo inicial hasta las dificultades financieras y las luchas por establecerse en un mercado competitivo, Karem ha demostrado una resiliencia inquebrantable. Reconoce que el sistema educativo debería preparar mejor a los jóvenes en temas empresariales y de relaciones interpersonales, ya que muchas veces se enfrentan a la inexperiencia y cometen errores que podrían evitarse con una formación adecuada.
“En muchas oportunidades he querido dejar la empresa, han sido momentos duros a nivel personal, económico y profesional. Pero siento como una mala madre al abandonar a Shalena, y salir a buscar un trabajo donde sea una persona asalariada más de este país, pues la empresa mensualmente no recibe lo que se espera para cubrir los gatos, pero hay que cumplir. Sigo, porque estos es lo que quiero dejarle a mis hija, al Huila”.
De talla internacional
Ella, con los $149 millones de recursos de capital semilla que le otorgó el Fondo Emprender de la Entidad instaló su propia planta para la transformación del cacao dándole vida a Shalena Chocolatería, empresa que se encuentra ubicada en el municipio de Íquira (Huila).
Este emprendimiento, que produce chocolatería fina artesanal y chocolates de mesa, les brinda la posibilidad a los clientes de disfrutar un delicioso chocolate con sabores innovadores, pues en su variada gama de productores ofrece bombones y trufas con rellenos de frutas autóctonas del Huila como son la cholupa y la maracuyá.
Así mismo, ofrece a los clientes chocolate de mesa con sabores tradicionales como la panela, clavos, canela y nuez moscada y una línea endulzada con Stevia, todos elaborados de manera artesanal.
«Estoy muy orgullosa de haber cumplido el sueño de crear mi propia empresa, además de generar empleos formales en mi municipio, estoy demostrando que sí es posible llevar el desarrollo agroindustrial a los pequeños municipios de mi departamento«, resaltó Karem Castro González.
Por medio de Shalena Chocolatería Karem elabora, distribuye y comercializa chocolates de alta calidad cumpliendo con todos los requisitos técnicos y sanitarios, productos que poco a poco han ganado reconocimiento internacional.
El propósito de Karem, es hacer alianzas con compradores nacionales e internacionales, para lograr la meta de comercializar 21.400 unidades anuales.
«Mi meta es que los productos de Shalena Chocolatería se puedan comercializar en el mercado nacional e internacional, en donde el chocolate de origen huilense tiene una alta aceptación. Por eso estamos produciendo un producto de alta calidad, para conquistar los paladares locales e internacionales«, comentó Karem Castro González.