A solo 39 días de celebrarse las elecciones regionales en el país, se siguen presentando actos terroristas por las organizaciones subversivas que operan en más de las tres cuartas partes del país. Son dantescas las imágenes de estos actos demenciales, que están provocando muerte y desolación en los sectores poblacionales afectados. A pesar de las sanas intenciones del gobierno nacional para brindarles la oportunidad a estos criminales para que se reinserten a la legalidad en el país, a través de las mesas de diálogo que ha impulsado, dentro de la fracasada política de paz hasta el momento, no ha encontrado eco dentro en estas organizaciones que tienen en ascuas el bienestar general de la población colombiana. Su respuesta es el incremento de su accionar bélico. Siguen las masacres, asesinatos selectivos, vacunas, boleteo, secuestros y reclutamiento de menores, entre otras acciones delincuenciales que están desbordando la capacidad de respuesta de las autoridades, que se sienten diezmadas por las políticas que ha venido implementando el gobierno nacional.
El acto terrorista perpetrado por las disidencias de las Farc, en el departamento del Cauca, ocurrido en el corregimiento de Timba, a las 7.15 de la mañana del día anterior, por la activación de un carro bomba en contra de la estación de Policía aproximadamente a 50 metros. Desafortunadamente pierden la vida dos personas y cinco personas heridas que, junto con la destrucción de viviendas, algunas entidades públicas, generaron pavor y zozobra entre la población inerme de esta zona poblada. Igualmente, la base militar en Chiribico en Santander de Quilichao y en La Salvajina en Suarez también fueron hostigadas. Paralelo a lo anterior, en la vía entre Villarrica y Santander de Quilichao, sobre el puente de la entrada a San Rafael fue abandonado un cilindro y una pancarta alusiva a las Farc.
Mientras persistan las condiciones de desigualdad social y económica que se presentan en el país, donde el hambre y el aumento de los cultivos ilícitos en estos departamentos afectados por esta absurda violencia, se seguirá sintiendo el accionar violento de estas organizaciones terroristas. La aplicación incoherente de los instrumentos de la política económica en el país, están generando un acelerado empobrecimiento de los sectores poblacionales que los obliga tomar decisiones en la búsqueda de ingresos a través de actividades ilícitas.
Los hechos terroristas que han sucedido el Cauca y en otras regiones del país, demuestran que hemos regresado cinco lustros años atrás, cuando los colombianos tuvimos que soportar el accionar violento de estos delincuentes que sometieron a su voluntad en otrora, a la sociedad en general. Mientras persistan las condiciones de pauperización que se están presentando en las familias colombianas, están obligando a algunos de los integrantes de estas organizaciones delincuenciales, que, al no tener oportunidades laborales, se dedican a buscar oportunidades en escenarios ilegales.