Por: Juan Sebastián Prieto Pérez
Estos últimos días ha sido noticia los despidos por parte de la Gerencia de la Electrohuila donde sin justa causa han apartado a trabajadores de planta que se encontraban convencionados, desconociendo posiblemente una clara violación al código sustantivo del trabajo, ¿varios ciudadanos nos hemos preguntado con qué fin y contexto lo hacen? Pues hemos empezado a investigar auscultando con miembros del sindicato SINTRAELECOL y se llega a una misma conclusión: “conductas represivas e intimidatorias por parte de la gerente, directivos y asesores externos de esta empresa contra los trabajadores”, complejo panorama nunca visto en la empresa. Ante esto nos asalta la duda si efectivamente son buenas o malas decisiones gerenciales violar o afectar las condiciones laborales de los empleado y es que esto generara un impacto en materia jurídica, financiera y comercial, toda vez que al presentarse una queja formal ante el Ministerio de Trabajo podría avanzar una investigación sobre las prácticas laborales de la empresa, incluyendo los despidos sin justa causa y el desconocimiento de los acuerdos de la convención colectiva, facultados para intervenir y ordenar la reinstalación de los trabajadores si se llegara a comprobar la vulneración de derechos generando acciones judiciales afectando el funcionamiento de la empresa de energía del Huila. ¿adivinen quienes sería los afectados? Correcto, los usuarios de energía. Explicado de otra manera las convenciones colectivas en Colombia son acuerdos vinculantes que las empresas deben respetar, y desconocer estos acuerdos representan una clara violación de los derechos laborales y sindicales, pudiendo generar demandas judiciales por incumplimiento de estas convenciones.
Ahora bien, para nadie es un secreto que la empresa viene en un declive financiero por las malas decisiones gerenciales, que muchas de estas decisiones han afectado la estabilidad laboral de los trabajadores directamente representado en la mala imagen que hoy tiene Electrohuila ante sus usuarios a causa de tener personas en estos cargos que poco o nada conocen el sector y su regulación, esto ha generado los ya mencionados incumplimientos en las compras de energía y sanciones por no cumplir los compromisos con los generadores en otros casos con comercializadores con los cuales tienen relación, esto afecta la imagen de la empresa ante el sector pero también con los compromisos y obligaciones con terceros, que al no pagarles a tiempo a los proveedores de servicio, termina afectando el servicio que representa ineficiencias en los costos de energía que traducido en otras palabras son mayores costos en las tarifas de energía.
Recordarle a la Junta Directiva de Electrohuila que como en hidro-Ituango son sujetos de control corresponsables de permitir a una gerencia cometer errores como el de despedir trabajadores sin justa causa, estas decisiones gerenciales apuntan a un supuesto ahorro pero no genera realidad de ver una empresa que crezca en sus negocios financieramente como lo hacía hasta hace un tiempo. Es preocupación que estas decisiones de la gerencia general y su staff de asesores en contra de sus colaboradores que día a día buscan generar garantías a los usuarios, hoy no las tengan generando zozobra, ya que estos son los que soportan la empresa y se les debe su lema de “transmitimos buena energía” poniéndole el pecho a las adversidades pero con estas decisiones lo que vienen trasmitiendo a los usuarios es inseguridad, ineficiencias y desconfianza para sus colaboradores.
