Por: José Eliseo Baicué Peña
No lo vi jugar, pero, he repasado sus videos cientos de veces. También he visto sus películas, he leído algunos libros sobre su vida, y he seguido muchos artículos, opiniones, comentarios y críticas sobre el que considero un fuera de serie dentro del fútbol mundial: Simplemente Pelé.
Me sorprendió gratamente un comentario de una joven promesa del fútbol sobre la dimensión que tiene de la calidad y destreza que demostró Pelé. “Todo lo que veas hacer a cualquier jugador de fútbol, Pelé lo hizo primero”, dijo Erling Haaland, goleador noruego que milita en el Manchester City.
Y, es que resulta sorprendente por la juventud del artillero rubio, puesto que uno pensaría que se inclinaría por otros jugadores excepcionales más contemporáneos como Ronaldo Nazário, Cristiano, Zidane, Maradona, Neymar o Messi. Esta opinión de Haaland envía un gran mensaje sobre lo que fue y representó Pelé para el fútbol mundial y para la formación de un líder.
El creador del juego bonito (jogo bonito) no sólo popularizó este hermoso deporte con su calidad, destreza, capacidad y genialidad, sino, que como jugador durante 18 años con el Santos, lo difundió por todo el planeta. Incluso, cuenta la historia que una guerra se detuvo durante tres días para ir a ver jugar a la estrella brasileña. Fue en el año 1969, cuando en Nigeria se hizo la tregua para que la gente pudiera asistir al encuentro entre el Santos y la selección del Congo. Esto es algo increíble, nunca antes visto, nunca antes realizado por un jugador de fútbol.
No es un secreto que Pelé y su fútbol contribuyeron poderosamente al crecimiento económico de Brasil y a la promoción de este deporte por el mundo entero. Desde su posición como ministro del deporte en su patria promovió varias normas que hoy respaldan la participación de los jóvenes jugadores en los diferentes eventos futbolísticos.
Además de su amplia conocida faceta como el mejor futbolista de la historia, Pelé también fue actor, diplomático y un gran ser humano.
Los grandes astros del fútbol de ayer y de hoy se han rendido a la genialidad de este brasilero que rompió todos los records en un tiempo en que no existían las redes y casi que ni la televisión.
Fue un grande cuando no existían las tarjetas amarillas ni rojas, cuando los árbitros eran permisivos con el juego fuerte y malintencionado, cuando la televisión era en blanco y negro, y cuando no había transmisión en directo, cuando jugaba con otros talentosos, cuando sin tener referentes de otros cracks surgió como el más grande y talentoso de todos los tiempos.
Estoy seguro de que siempre será una leyenda, y estoy seguro de que serán muchas las páginas y publicaciones que se harán no sólo para rendirle homenaje, sino, para mostrarles a los jóvenes que sí es posible ser grande y humilde a la vez. Solidaridad y fortaleza a toda su familia. Descanse en paz, Pelé.
