Diario del Huila

Sin dolientes

Jul 21, 2022

Diario del Huila Inicio 5 Editoriales 5 Sin dolientes

El día anterior, esta tribuna realizó una crónica sobre la situación de deterioro progresivo que están presentando los ríos y quebradas que atraviesan el municipio de Neiva, especialmente en la zona urbana. Es un panorama desolador que diariamente observamos, porque la contaminación ambiental está generando un proceso de degradación que muestra un panorama deprimente en sus cauces. Para sus habitantes, no es un secreto que el Río del Oro, el río las Ceibas y el emblemático río Magdalena, han sido el blanco tradicional de contaminación de todo tipo de desechos. Es muy triste que no exista una cultura ambiental para proteger estos recursos hídricos, que son el futuro de las familias. Otro ingrediente es la falta de definición de una política pública, que conduzca a preservar y conservar el entorno paisajístico, y la calidad de sus aguas, que diariamente se ven amenazadas, especialmente la del ‘Rioloro’, que es el más afectado.

La contaminación de estos afluentes del río Magdalena, se considera como aquella alteración en la calidad de estas aguas naturales por materiales, desechos, elementos, sustancias o productos químicos que son vertidos por diversas fuentes, haciendo que la misma no sea apta para la vida humana y animal. Aunque existen muchos tipos de contaminación, nos vamos a centrar en la forma como son arrojados sin escrúpulos, todo tipo de agentes contaminantes, relacionados con las acciones del ser humano y con las actividades que desarrolla. La contaminación hídrica, se da cuando la calidad de las aguas queda comprometida por la presencia de agentes de diversos orígenes que la desequilibran, haciéndola no apta para el consumo y, por ende, dificultando la vida en ella.

Es imperante que se estructuren estrategias en las esferas oficiales y el sector privado, que permitan reducir y controlar los efectos negativos sobre estos recursos hídricos. Desafortunadamente esta situación local, respecto a la contaminación originada en las cuencas hidrográficas y transportada por estos ríos, tiene un alto impacto ambiental sobre el río madre de la patria, el Magdalena, y por ende sobre el mar y las zonas costeras. Por tal motivo, se debe volver la mirada hacia estos afluentes, con el fin de revivir el entorno que nos ofrecían en otrora y que fueron disfrutados por nuestros ancestros. Todavía nuestros padres y los adultos mayores, recordamos el disfrute de los baños durante los fines de semana, en charco azul, las peñitas, entre otros, que permiten añorar la limpieza de sus aguas y el disfrute con nuestras familias.

Pero ahora, los olores nauseabundos y el ambiente paisajístico, nos muestra otro panorama degradante. Todavía es tiempo. Son decisiones que deben tomar todos los actores de la vida pública en nuestro municipio. La actual administración y las que vienen, deben incorporar dentro de su accionar gubernamental, la recuperación y la preservación de éstos.

Tal vez te gustaría leer esto

Abrir chat
1
¿Necesitas ayuda?
Hola, bienvenido(a) al Diario del Huila
¿En qué podemos ayudarte?