AL PAN, PAN…
Por: Faiver Eduardo Hoyos
E-Mail: faiverhoyospe@gmail.com
Con la instalación del nuevo Congreso de la República y a pocos días de la posesión oficial por parte del nuevo Presidente electo, al gobierno de Iván Duque le quedan las horas contadas para seguir maniobrando los hilos del poder en un mandato que pasará a la historia con más pena, que gloria.
Siendo fiel a su manera de gobernar desde un inicio, con el último discurso que dio en el recinto de la Democracia, demostró una vez más que no estuvo a la altura, ni en el contexto con la realidad del país. Nuevamente, la desconexión y la soberbia fueron los protagonistas, dejando opacado los problemas que deberá afrontar el nuevo mandatario para resolver las urgentes necesidades de los colombianos.
Dice el popular refrán que “lo que empieza mal, termina mal”, algo no muy alejado que parece acoplarse a la realidad del país. Duque deja un país sumergido en violencia, en donde la muerte de más de 930 líderes sociales y defensores de DDHH asesinados en su periodo dejan grandes manchas en materia de seguridad.
En menos de cuatro años logró hacer trizas el Acuerdo de Paz con la desmovilizada guerrilla de las FARC en donde no implementó lo pactado, pero en cambio, se esfumaron cerca de 500 mil millones de pesos del presupuesto que debían ser invertidos en la construcción de la Paz.
De igual manera, las crisis sociales que se acentuaron debido al mal manejo de la pandemia generaron que la inseguridad que se vivía en las regiones históricamente abandonadas por el Estado se trasladaran también a cada una de las principales ciudades a lo largo y ancho de nuestra nación, haciendo que cualquier medida implementada para mejorar la seguridad por parte de los diferentes Alcaldes y Gobernadores, se quedará corta debido a la flexibilidad del sistema jurídico que en más de una ocasión ha premiado al delincuente con medidas irrisorias.
La corrupción fue otro pilar fundamental de este gobierno; el caso de los 70 mil millones que se “Abudinearon” de las TICs y que debían ser invertidos en mejorar la conexión a internet de miles de establecimientos educativos para mejorar la educación de nuestros niños, es solo el punto del iceberg con el que recordaremos este caótico gobierno, quienes hasta el último día siguen raspando la olla comprometiendo vigencias presupuestales futuras y dejando endeudado a Colombia por largos años.
Aunque son innumerables las falencias del gobierno saliente, no todo fue malo en estos cuatro años. Entre los logros del Presidente Duque destaca la creación del Ingreso Solidario, el cual aunque fue bastante polémico y con varios sectores en contra, ayudó a subsistir a miles de familias en medio de la inflación que hoy azota al país.
En política migratoria no le fue mal. La implementación del Estatuto Temporal de Protección al Migrante fue un gesto de humanización que tuvo al recibir a miles de venezolanos que llegaron a suelo cafetero buscando nuevas oportunidades. Desafortunadamente, la falta de un control más estricto ante esta política, contribuyo a que muchos de estos venezolanos acogidos se dedicaran a delinquir y a contribuir con el aumento de la inseguridad en las ciudades.
Sin duda, pese a los logros ya enumerados, uno de los más importantes de Iván Duque en la presidencia y que no se le puede desconocer, fue el inicio, el desarrollo y el desenlace de la construcción del camino para que la izquierda en cabeza del nuevo Presidente electo Gustavo Petro llegara al poder y a sepultar más de una fuerza política que se encontraba enquistada en el poder.
Finalmente, el gobierno de Iván Duque Márquez pasará a la historia como el Presidente más insensible y desconectado de la realidad. Mientras él vivirá con una tranquilidad económica en sus próximos años de vida, casi la mitad de todos los colombianos quedaron sumergidos en la pobreza extrema debido a los malos manejos de su mandato. Dicen que Dios no castiga ni con palo, ni con rejo. Ya veremos…
