La sobretasa que se ha empezado a cobrar por la administración municipal de Villavieja para los turistas que visitan el atractivo turístico del Desierto de la Tatacoa, ha generado una gran controversia jurídica y de conveniencia, porque solo el gobierno nacional tiene la potestad de presentar al Congreso de la República la creación de impuestos en todo el territorio nacional. Los entes territoriales deben someterse a los lineamientos que están claramente establecidos en la Constitución Política y en la normatividad colombiana. Una pregunta que nos hacemos: ¿Qué facultades tiene el alcalde de esta localidad para tomar esta decisión alcabalera? Ninguna. El ejecutivo nacional no lo han facultado para tomar esta decisión sobre un bien público.
Cuando visitamos el desierto, nos damos cuenta del desorden ambiental progresivo a que está siendo sometido el desierto. Cuando los turistas visitan a este atractivo, visualizan la profunda crisis ambiental que presenta. Son espectadores del creciente deterioro que presenta la zona árida, por la presencia de residuos sólidos y desechos orgánicos que dejan, porque no se tiene estructurado una política integral para satisfacer las grandes demandas de bienes y servicios que se necesitan, cuando ocurren eventos naturales, que se convierten en el epicentro de la comunidad científica y son aprovechados para que sean visitados miles de turistas.
Igualmente, es permanente el caos vial, que se presenta sin que se existan controles de las respectivas autoridades. Se nota a la vista el deterioro paisajístico y la falta de la definición de una política pública de la administración municipal de Villavieja, para fortalecer el turismo, como el mejor tesoro guardado en el mismo, que lo conforman sus bosques secos tropicales. Se debe fortalecer la infraestructura sanitaria para evitar la degradación del medio. Se pudo detectar que el desierto se ha convertido en un territorio donde se han loteado, de manera desordenada, sin ninguna planificación territorial.
Se han instalado diversos negocios de ventas ambulantes de comidas y bebidas alcohólicas, que se expenden sin controles sanitarios. Existe una proliferación de moscas e insectos que ponen en riesgo la salud de las personas que se atreven a consumir dichos alimentos. Además, no es justo que se cobren altos precios por estos alimentos. Algunos sectores, se han convertido en un centro de consumidores de sustancias sicoactivas, que producto de la falta de presencia de la fuerza pública, se puede convertir en un foco de inseguridad para los visitantes, sino se toman los respectivos correctivos. Es indispensable que el gobierno departamental y la alcaldía local, contribuyan a gestionar los recursos ante las instancias nacionales para mejorar el trayecto de la vía Cucara-Villavieja-Desierto de la Tatacoa, que se encuentra en muy mal estado, en algunos trayectos, que desdibujan la hermosura y la grandeza del paisaje.
