El candidato socialista Pedro Sánchez se somete a un debate de investidura en la reelección más inesperada antes del 23-J y después de que la endiablada aritmética derivada de las urnas le obligase a pactar con el independentismo bajo la convulsión de la ley de amnistía.
“Tenemos que elegir, debemos elegir”, ha emplazado Pedro Sánchez en su discurso del debate de investidura. “O España continúa avanzando, o España retrocede”, ha asegurado el líder del PSOE. Esta es la disyuntiva que mañana se dirimirá en la votación del Congreso para su reelección como presidente del Gobierno, para la que ya dispone de una mayoría absoluta. “Nos toca elegir camino”, ha insistido.
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«Vamos a reforzar el marco jurídico para que los delitos de agresión y abusos sexuales a menores no estén limitados a un momento concreto y la responsabilidad civil no prescriba», ha anunciado Sánchez.
El bloqueo institucional y político tras unas elecciones que ganó el PP de Alberto Núñez Feijóo propició una situación inédita en la ronda de consultas para el rey Felipe VI: la tesitura de elegir entre dos candidatos sin los acuerdos cerrados para garantizar una candidatura exitosa. Ante este escenario, el monarca priorizó la «costumbre» de que fuera el candidato del partido con mayor número de escaños el primero en ser propuesto, es decir, al líder del PP.
El líder del PSOE ha apelado a frenar el paso, con su investidura, a la “derecha reaccionaria y retrógrada” que ha atribuido tanto al Partido Popular como a la ultraderecha de Vox.
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