Diana Sofía Giraldo
Si usted es de los ciudadanos que aún no sabe por quién votar en las elecciones presidenciales o está confundido y teme quedar sepultado bajo esta agresiva avalancha de información, propaganda y desinformación electoral, le aconsejo leer el libro «Sociedad en jaque, sentido común al rescate», escrito a varias manos, incluido uno de los más brillantes estrategas de campañas presidenciales de Iberoamérica, Antonio Sola.
En el capítulo dedicado al sentido estratégico, Sola pone el ejemplo de un ciudadano que no sabe por quién votar y le recuerda la habilidad que tiene todo individuo de percibir con claridad las cosas. Lo que he señalado con frecuencia, en este espacio, como ese decodificador interno que nos permite develar al otro. «Un primer plano nunca miente».
Dice el autor que, en una primera fase, radiográfica y de comprensión, podemos analizar los candidatos por medio de los síntomas que padecen y que son visibles a través de los medios de comunicación y redes. «Identificar quién sufre de diarrea verbal, mentiras compulsivas, pusilánimes, extremistas, etc.».
Nos presenta una segunda fase de «Construcción de escenarios», ya identificada la sintomatología del candidato. En esta fase, nos invita a imaginar el futuro con cada uno de ellos y a identificar con cuál opción nos vamos a sentir más cómodos.
La fase tres, de planeación estratégica y tácticas de implementación, culmina con unas preguntas muy concretas que, reproduzco textualmente, para quien no alcance a leer el libro: «¿Quién de los finalistas ha demostrado consistencia entre lo que piensa, dice y hace? ¿Quién de ellos ha cumplido a rajatabla? ¿Quién se ha quedado solo en diarrea verbal y en la mentira? ¿Quién ha elegido malos compañeros de viaje para conquistar sus objetivos? ¿Quién, de verdad, ha demostrado solvencia para superar estas tres fases y demostrar que sí puede resolver nuestros problemas?».
El libro nos plantea el desafío de no permanecer con los brazos cruzados, permitiendo que otros decidan por nosotros. Nos reta a observarnos, conocernos y convertirnos en artífices de nuestro propio destino individual y colectivo. Permitirnos ser, para que todos seamos. «De un viaje exterior llegamos al interior donde están nuestros enemigos más feroces, especialmente el ego, que nos impide ver, tomar decisiones acertadas, e incluso sentir y pensar de manera que tengamos equilibrio entre el coeficiente emocional y el intelectual.»
Sola plantea el fin de la democracia tal como la conocemos e identifica una nueva democracia «sin intermediarios». Define con claridad que el liderazgo que necesita hoy el mundo es «resiliente y con valores asociados a lo femenino».
Yo ya tengo claro por quién votar: por quien no nos desprecie como ciudadanos, no nos mienta, no nos subestime, no ande en malas compañías y, sobre todo, por quien haya descubierto que el mundo no gira en torno a su ego enfermizo. Un hombre que sepa conjugar el Tú.
