Por: Adwar Casallas
En Colombia, el tema de gobierno y gobernanza ha sido poco discutido. Se analiza la evaluación y sus impactos pero no tanto como la participación de estudiantes y académicos en el gobierno institucional. Independiente del paro nacional, se reconoce que es urgente una interacción inmediata tanto del estado, la academia y las empresas para poder reactivar y recuperar la economía del país.
Una propuesta consiste en entender y comenzar a encontrar soluciones inmediatas, que por departamentos se construyan Comités Regionales de Respuesta Inmediata (CRRI) conformada por gobernadores, gremios empresariales y universidades tanto privadas como públicas y quienes conocen de la mano las necesidades locales, y que conjuntamente implementen una estrategia a corto, mediano y largo plazo, que de ser necesario, sean decretada con acompañamiento de la Dirección Nacional de Planeación (DNP).
La estrategia debe ser ejecutable en un tiempo establecido, también debe ser específica, medible y alcanzable como por ejemplo la generación inmediata de empleo, siendo contratado el 10% mínimo de la población desempleada que cubra las operaciones básicas de las empresas por regiones, o como la creación de empresas (pymes) que puedan generar como mínimo 10 empleos. Lo anterior deberá categorizarse por áreas como agrícola, comercial, energético, etc.
A diferencia de la propuesta de Bruce Mac Master presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), para que sean ellos quienes asuman los costos de la nueva reforma tributaria, sean más bien, parte de estos recursos girados directamente a las empresas generadoras de empleo y a las nuevas pymes. Esto no sería la mal llamada “Economía Naranja”, ya que estos giros serían aprobados por la DNP, regulados por los gobiernos departamentales y vigilados por los comités regionales CRRI.
Si bien es cierto no existe confianza en la administración actual, deben de funcionar las demás instituciones y organismos que hacen parte del gobierno cuyo deber es velar por el bienestar de todos los colombianos. Sin duda, las manifestaciones pacíficas (99% de la población) son el sentir de un pueblo agobiado por la corrupción y mal manejo de la administración pública, que no sea ésta la razón para no avanzar en el desarrollo económico del país.
