Habitamos una de las porciones del territorio terrestre más rico del planeta. Tenemos además la fortuna que, pese al alto número de habitantes, nuestra proporción en relación a la extensión del territorio continental, es razonable gracias a una ralentización de nacimientos que comenzó a finales de los años 80 y que se mantiene en tasas, aunque no ideales, son manejables.
¿Por qué teniendo tanto territorio y tan rico en recursos naturales somos tan pobres y estamos tan atrasados? Seamos francos, porque somos brutísimos.
Hay muchas maneras de mostrar o ejemplificar lo brutos que somos. Lamentablemente nuestro atraso está en la manera de pensar, esto es, como procesamos lo que vemos, escuchamos, leemos, y en cómo nos relacionamos con nuestro entorno.
Pero veamos otras manifestaciones de lo brutos que somos: no hay otra manera de llamar la actitud de transportar un bebé en una motocicleta, y peor aún, de hacerlo siendo atrevidos pasando todos los semáforos en rojo o adelantando por la derecha. Lo somos si a estas alturas de nuestra vida no apreciamos la democracia y el republicanismo y estamos dispuestos a destruirlos echando la culpa a elegir malos gobernantes en vez de escoger mejor la siguiente vez, somos tan brutos que preferimos correr el riesgo de escoger al peor ser humano y que se vuelva dictador, a más allá de los colores e ideologías, podríamos escoger un buen ser humano, antecedentes, a buen ciudadano, un ser humano ético y buen ejecutor. Somos brutos si debiendo tramitar algo en un edificio público, ante la modernidad, aumentamos los trámites despreciando el tiempo de los ciudadanos. Somos impensablemente brutos, si a sabiendas que la explotación insostenible de los recursos naturales conduce, como el aumento demográfico, a deteriorar nuestra propia salud y acelerar la extinción de la humanidad no lo hacemos de manera sostenible. A propósito, ¿no es ejemplo de lo brutos que somos, el seguir teniendo hijos, cuando al primero no le hemos podido ofrecer educación, alimentación y resguardo adecuados mínimos? O, ¿cuándo es fácilmente apreciable que nuestro entorno natural cada vez está más deteriorado y contaminado?
Brutos: hace décadas hacemos lo mismo para buscar la paz, siempre claudicando una y otra y otra vez la justicia imparcial, pero seguimos sin ver atenuar la violencia. Ya no es tozudes, es somos muy brutos.
Otro ejemplo de lo brutos que somos, especialmente los que gobiernan los municipios, es que dejan construir más y más edificios, sin prever las calles y avenidas adecuadas para la cantidad de motos y automóviles que eso lógicamente trae consigo. Hacemos viaductos de dos carriles para recibir avenidas de tres. ¡Sí son brutos!
Ser brutos, nos lleva a ser más irracionales y sin sentido. Tan brutos, que los acumulamos.
