Debemos reconocer el hecho innegable de la proliferación de Precandidaturas a la Presidencia de la República como estrategia de figuración personal y que está causando nerviosismo dentro de los auténticos ciudadanos demócratas, mientras en la otra orilla hay un candidato que ya se siente presidente y está haciendo promesas a diario aprovechando las necesidades de la mayoría de la población, causadas en buena parte por el Covid -19 y el llamado paro nacional, auspiciado este último por el mismo candidato “progresista” de la izquierda colombiana.
El desempleo es un total desastre dentro de la caída de la economía. La vacunación contra el Covid-19 debe ser en este momento la prioridad de la Nación con una campaña agresiva para convencer a los escépticos, a los desinformados de su importancia y necesidad absoluta.
Seguimos esperanzados en que el gobierno de Iván Duque recupere la seguridad ciudadana y el orden público, así como la confianza en nuestras Instituciones. Debemos aplaudir el apoyo solidario a los más necesitados y a las pequeñas y medianas empresas fuertemente golpeadas por los dos fenómenos enunciados.
Los colombianos no podemos equivocarnos en la escogencia del próximo Presidente de la República. La recuperación final deberá ser una tarea en equipo entre el ganador de las elecciones y quienes no logren la consagración Presidencial.
Las inteligencias democráticas, seguramente, colaborarán en la gran empresa regeneradora del país. Estoy seguro, ninguno se negaría a ello. Por esa razón soy optimista en el futuro del país.
ADENDUM- La medalla de plata en los 400 metros en los juegos olímpicos, de Anthony Zambrano es el mejor premio a su consagración y espíritu de superación. De conductor de un bicitaxi a un atleta de los mejores del mundo. Verdadero orgullo de los colombianos.