Por: José Eliseo Baicué Peña
En agosto pasado el Dane publicó un interesante informe donde se plasma la situación que vive el país en temas de inseguridad. El organismo elaboró una encuesta en la que se buscaba conocer la percepción de inseguridad que tienen los ciudadanos en el momento.
Los resultados ubican a la capital huilense en cuarto lugar a nivel nacional después de Riohacha, Cartagena y Quibdó. En quinto puesto se ubicó la ciudad de Valledupar.
En lo que respecta a Neiva, se encontró que el 87.4 % dijo que se siente muy inseguro cuando camina por sus barrios tanto en el día como en la noche. Situación, por supuesto, que es evidente con los constantes brotes de delincuencia común y organizada que se han presentado en las últimas semanas.
La situación es crítica y demanda medidas urgentes. Algunos sostienen que este flagelo se debe a la falta de control territorial por parte de la policía en los espacios públicos urbanos. Aunque la mayoría de los delitos se basan en el hurto de celulares y de bicicletas, la ciudadanía está demandando más presencia de la fuerza pública en varios sectores como barrios marginados, polideportivos, canchas de fútbol, supermercados y restaurantes.
Ahora bien, hay que decir que no son solo estas cinco ciudades. Es una situación delicada que afronta todo el país, y casi el continente americano. Expertos urbanistas y sociólogos afirman que, en gran medida, es una consecuencia lógica de la dura situación económica que vive el mundo como efecto lógico de la pandemia y las múltiples crisis que ha generado en el empleo, en la salud, en el comercio, en lo industria automotriz, y en el mercado de importaciones y exportaciones, entre otros.
Como todos queremos que esta difícil situación se acabe o minimice, todos podemos aportar y trabajar de la mano con las autoridades y el municipio. Si bien le corresponde a la fuerza pública salvaguardar la vida de los ciudadanos, también es cierto que, desde las ocupaciones y espacios, podemos ayudar a prevenir, controlar y velar por mejorar la seguridad de los neivanos. Neivanos, entre todos podemos.
