DIARIO DEL HUILA, MEDIO AMBIENTE
El proyecto adapta tecnologías como la «qanats» usadas hace miles de años no solo por los persas, sino por varios países árabes. Se basa en abrir pozos para sacar agua, y por ellos ingresa aire.
Además de los qanats, otra técnica milenaria usada en el proyecto es la de los «captadores de viento», que siguen utilizándose hoy en día.
La ciudad de Yazd, en Irán, es célebre por sus captadores de aire -también conocidos como torres de viento- y en 2017 fue declarada Patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Las torres tienen aberturas que permiten el ingreso de aire para ventilar construcciones. El aire más fresco baja a la parte inferior por tener más densidad y expulsa el aire más caliente por otra abertura.
En muchos casos, el aire seco y cálido que entra por las torres se hace pasar por qanats subterráneos o por otras superficies con agua, con lo cual vuelve a salir por una abertura diferente más húmedo y frío.
Buscar adaptaciones al calentamiento global es cada vez más urgente. Un informe del 2 de noviembre de la Organización Meteorológica Mundial señaló que las temperaturas en Europa aumentaron en los últimos 30 años más del doble que el incremento medio global.
Es por lo anterior que, Sevilla, una ciudad de España, ha adoptado este proyecto que, sin duda, ha sido una de las mejores soluciones para bajar las temperaturas que llegaron a los 40°C.
Para este año, la ciudad afrontó tres olas de calor, en junio, julio y septiembre, con dos problemas; se presentan cada vez más temprano y en julio duró 21 días, cuando lo normal son 2 días de intenso calor y los demás controlados.
José Sánchez Ramos, profesor del departamento de Ingeniería Energética de la Universidad de Sevilla indicó que «Nosotros en Cartuja Qanat tenemos unos qanats, canales subterráneos llenos de agua fría. Puedes imaginarlos como si fueran canales rectangulares -de 30 metros de largo y enterrados- en los que se guardan 140 metros cúbicos de agua”.
Por otra parte, el aire se hace circular por conductos que están o bien sumergidos en el agua de los qanats, o bien enterrados por debajo de los canales.
Los conductos enterrados se enfrían porque el terreno está frío por efecto del agua fría del qanat. Y los conductos sumergidos están inmersos en el volumen de agua que se enfría cada noche hasta los 17-18 ºC.
«Cogemos el aire de Sevilla a 40 grados, lo hacemos pasar por esos conductos y el aire se enfría», señaló Sánchez Ramos.
La clave es entonces enfriar el agua de los qanats. ¿Cómo se logra esto?
«Tenemos paneles fotovoltaicos para producir electricidad, y lo que hacemos es que, por la noche, el agua del qanat la echamos por encima de la placa fotovoltaica, como una cascada, para que el agua se enfríe por irradiación con el cielo», señaló Sánchez Ramos.
Destacado: Los conductos enterrados se enfrían porque el terreno está frío por efecto del agua fría del qanat. Y los conductos sumergidos están inmersos en el volumen de agua que se enfría cada noche hasta los 17-18 ºC.