Por: Julio Bahamón.
Por estos días se ha estado debatiendo a través de distintos medios de comunicación y redes sociales sobre el futuro de la democracia como sistema de gobierno, en nuestro país.
El sistema de gobierno demócrata se fundamenta en que el poder reside en el pueblo a través de elecciones libres, periódicas, cuando la ciudadanía elige a sus representantes para que gobiernen en su nombre.
Sin embargo, su futuro está amenazado por grandes desafíos y oportunidades. Se supone que la persona elegida cuenta con la idoneidad suficiente para representar a su pueblo, generando confianza y respetando las instituciones. Pero eso no se ha cumplido en la mayoría de las veces, ya que, a algunos mandatarios el poder se le ha subido a la cabeza, por lo que terminan haciendo lo contrario creando una enorme desconfianza en las instituciones, ya sea porque se evidencian fenómenos de corrupción, falta de transparencia, ineptitud en los servidores públicos y desencanto entre los ciudadanos.
Los medios de comunicación y redes sociales facilitan la información, pero también la desinformación, lo que lleva a debilitar el dialogo democrático y la cohesión social.
Con el tiempo en distintos países, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, entre otras naciones, por las razones anteriores, han surgido líderes y movimientos con tendencias autoritarias y populistas que aprovechan el desencanto ciudadano para proponer soluciones simples a problemas múltiples y complicados comprometiendo las libertades y los derechos de las personas.
En vísperas de procesos electorales ese fenómeno se agudiza aún más, y lo estamos viendo en Colombia cuando los egos de algunos líderes o lideresas, se anteponen a los intereses de la ciudadanía. Existe otro factor que es aprovechado por esos dirigentes para acrecentar el descontento social, que es la inequidad económica, pues ese factor erosiona la fe en el sistema democrático que igualmente se convierte en una herramienta con la que sectores de la sociedad cuestionan la legitimidad del sistema democrático, no obstante, existen oportunidades que se deben aprovechar para fortalecer la democracia. Winston Churchill ex primer ministro inglés sobre la democracia expreso: “La democracia es el peor sistema de gobierno, excepto por todos los demás que se han probado de vez en cuando”. De ahí que esos elementos los debemos aprovechar para que exista una mayor participación de los ciudadanos en la toma de decisiones políticas, como son los avances tecnológicos, la educación cívica y digital para contrarrestar los efectos de la desinformación.
En resumen, el futuro de la democracia depende de la capacidad del sistema y de la voluntad de la sociedad colombiana para defender sus principios fundamentales. Hoy especialmente debemos tener en cuenta que las próximas elecciones serán atípicas por las amenazas exógenas que se ciernen sobre el país, y en ese camino, tendremos que redoblar los esfuerzos para mantener incólume la libertad y el estado de derecho.