El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, confirmó lo que muchos temían: el precio del diésel en Colombia se incrementará en los próximos meses para alinearse con los precios internacionales.
Aunque es una medida que no ha sido bien recibida, el ministro la calificó como «impopular, pero necesaria» para enfrentar la actual situación económica del país.
Bonilla explicó que, a pesar de los intentos de diálogo, el Gobierno no logró llegar a un acuerdo con los transportadores de carga, quienes se oponen a la medida. Sin embargo, el Ejecutivo ha decidido avanzar unilateralmente con los ajustes en el precio del diésel, ya que considera que es un paso imprescindible para abordar lo que el ministro describió como una «inflación imaginaria que solo se puede resolver con el mundo real».
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De acuerdo con los planes del Ministerio de Hacienda, el incremento será gradual. Para finales de este año, el diésel aumentará en $3.000 por galón, y en 2025 se realizará un ajuste adicional de la misma magnitud, sumando un total de $6.000 en los próximos dos años. Aunque aún no se han definido con precisión los mecanismos y tiempos de implementación, la decisión ya está tomada.
Este anuncio se suma a las medidas que el Gobierno ya había tomado anteriormente en relación con el diésel. El pasado 24 de junio, el Ministerio de Hacienda impuso una sobretasa a las empresas que consumen más de 20.000 galones de diésel al mes, como parte de una estrategia para controlar el uso de combustibles en grandes volúmenes.
El ajuste en el precio del diésel, aunque necesario según el Gobierno, es un tema sensible que ha generado preocupación en diversos sectores, especialmente entre los transportadores de carga, que advierten sobre el impacto que podría tener en los costos de transporte y, por ende, en los precios de los productos de consumo masivo.
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