Por: Anderson Hernández.
Un impactante caso ha conmocionado a la comunidad de San Antonio, Texas, Estados Unidos, donde un hombre de 35 años, identificado como Michael Kohlhof, sufrió una devastadora consecuencia después de ser mordido por una pulga. El trágico incidente ocurrió mientras Michael estaba cuidando a su madre, quien se encontraba en proceso de recuperación de una cirugía de pie en la misma localidad.
Los problemas comenzaron cuando el hombre empezó a experimentar síntomas similares a los de una gripe, pero pronto la situación se tornó más preocupante al perder sensibilidad en los dedos de los pies. Alarmado por esta señal, Michael decidió acudir a una sala de emergencias en busca de ayuda médica.
Sin embargo, su estado de salud empeoró drásticamente y sufrió un shock séptico, una grave afección en la que una infección se propaga por todo el cuerpo, resultando en una peligrosa disminución de la presión arterial. Los médicos no tuvieron más opción que internarlo en la unidad de cuidados intensivos (UCI), donde se le administró una serie de tratamientos desesperados para intentar salvar su vida, incluyendo un ventilador, diálisis, antibióticos y vasopresores.
La madre de Michael, J’Leene Hardaway, compartió el angustiante momento en que los médicos prácticamente descartaban cualquier esperanza de recuperación y le aconsejaron que llamara a sus familiares para despedirse. Sin embargo, contra todo pronóstico, Michael logró recuperarse de manera «milagrosa», lo que llevó a la retirada del ventilador y la sedación.
Pero la lucha de Michael no terminó ahí, ya que sus manos y pies desarrollaron gangrena seca debido a la falta de irrigación sanguínea o una infección bacteriana grave, consecuencia del tratamiento con vasopresores que le salvaron la vida. La gangrena se extendió a tal punto que los médicos tuvieron que tomar una difícil decisión para mantenerlo con vida: amputarle ambas manos a la altura de los antebrazos y la mitad de los pies.
Le puede interesar https://diariodelhuila.com/nino-asegura-haber-visto-a-jesus-despues-de-regresar-de-la-muerte/
Greg Kohlhof, hermano de Michael, reveló que este último era un amante del arte, un cuidador de mascotas y un apasionado voluntario en causas sociales. A pesar de la tragedia, Michael mostró una actitud valiente y positiva frente a su nueva realidad, compartiendo con su hermano: «No son tus manos las que hacen todas estas grandes cosas. Es tu mente. Solo tendrás que encontrar una nueva vía para ejercerlo».
De acuerdo con MedlinePlus, el tifus murino, una enfermedad bacteriana propagada por piojos o pulgas, es la causa de este trágico incidente. Es importante destacar que esta condición, aunque poco común, se presenta principalmente en el sur de Estados Unidos.
La comunidad de San Antonio se ha unido en solidaridad para apoyar a Michael en su proceso de recuperación, y su caso ha generado un llamado de atención sobre la importancia de tomar precauciones ante enfermedades transmitidas por insectos. Esta historia trágica y conmovedora deja en evidencia la necesidad de una mayor conciencia sobre las posibles consecuencias de ciertas afecciones y la importancia de buscar atención médica temprana para abordar cualquier problema de salud potencialmente grave.