Por: Mario Solano
En Colombia se viene hablando de reforma agraria desde hace 50 años, y de hecho se han dado, me acuerdo en sus inicios del Incora, el cual genero mucha incertidumbre en los propietarios de tierras, los cuales en un comienzo, se evitaba, a toda costa que el Incora, le incorara sus tierras y, con el tiempo vimos como los campesinos dueños de tierras, le ofrecían sus tierras al incora para que se las comprara, y posteriormente vimos, como los campesinos, que recibieron las tierras por parte del Incora, todo alegría y, posteriormente, con el pasar del tiempo, esos mismos campesinos, que recibieron las tierras las estaban vendiendo, esto es una muestra de los ciclos, que han dado las tierras en nuestro país y del cual se especula mucho, o mas que especular, se aprovechan de ello, para decir que es causa de violencia.
Hoy de nuevo se persiste, en entregar tierras ya no a campesinos, sino a exguerrilleros que por ser algunos, de origen campesino, se presume, que quieren trabajar en el campo. En este nuevo proceso, es importante que además de dar cumplimiento a un acuerdo firmado con las FARC, se debería tener una certeza de que quien recibe la tierra, tenga esa vocación para explotarla, de lo contrario vamos a repetir la historia, van a terminar vendiéndola con el pasar de los dias, porque si no se tiene la predisposición, y el conocimiento, para desarrollar el campo, no van a estar alineados con su razón de ser.
Y hablando de conocimiento, es muy relevante en este proceso, no solo que se les capacite, sino, el apoyo económico en el desarrollo de esas tierras. Otro punto que me llamo la atención es, que si bien es cierto en el acuerdo con las FARC, se definió de una cifra de 3 millones de Ha, esta compra, no se tienen que dar en un año, el acuerdo es para 12 años, es importante tener esto claro, por el tema económico en la compra de dichas tierras, el Presidente a expresado que esas tierras tienen un costo de 50 0 60 billones de pesos, si bien puede ser así, esos recursos toca, igualmente, diferirlos en los años restantes, y no comprarlos en un solo año, como da la impresión de querer hacerlo.
Este tema de tierras, da para muchos posiciones, cuando se revisa cuantos son los terratenientes o grandes propietarios de extensiones de tierra, encontramos que son menos de 10% de propietarios, por lo que el discursos de la tierra como generador de violencia hoy es cuestionado, y para confirmar esto, se encuentra que varias de las invasiones de tierra que se están dando, son tierras para vivienda, no son tierras, para cultivo, y lo que se ve en el cauca y valle, son problemas con origen diferente, a la no explotación de la tierra, todo lo contrario, invadieron tierras que en este momento son productivas y muy productivas. De manera que la tierra, ni es productor de violencia, ni es el punto pacificador, siempre habrá excusa para generar violencia, si es lo que se quiere, y no hay razón para la violencia.