Edificar desde la cultura
Cuando dejamos que nuestro pensamiento vuele sobre el territorio huilense, las expresiones culturales y artísticas son las que nos facilitan ese recorrido, gracias a la música, a las letras de sus canciones e historias entre otros saberes e imágenes que hacen parte de nuestro inventario afectivo.
Y es por esta abundancia de artistas y expresiones que nos sentimos orgullosos de la cultura huilense. Cada vez más, encontramos valor en el ejercicio del arte y le damos un sitial de importancia a aquellos maestros que en un parque hacen el montaje de una coreografía con niños y jóvenes, o comparten una lectura en cualquiera de nuestras bibliotecas públicas.
Por estos días, están iniciando en todos los municipios del Huila las escuelas de formación, una unión de esfuerzos de las entidades municipales con el gobierno departamental para llevar espacios de buen uso del tiempo libre en el disfrute y aprendizaje de la danza, la música, el teatro y las artes plásticas.
Tanto como celebramos estas acciones, que llegan sin ningún costo a todos los interesados, vale la pena resaltar el gran esfuerzo que hacen las escuelas particulares que también llevan a cabo procesos de formación artística. Muchas de estas escuelas, son el proyecto de vida y el legado profesional de artistas que durante muchos años han fortalecido su pedagogía y pasión por el arte para que las nuevas generaciones lleguen a la escena de la cultura.
Muchos de estos niños y niñas, de estos jóvenes artistas estén motivando en su corazón la semilla de un talento que apenas exploran. Allí, en cualquiera de estas escuelas podrán estar los nuevos bailarines, coreógrafos, los grandes pintores o actores que pondrán en alto el nombre de nuestra tierra. Pero también allí, se están forjando mejores seres humanos, grandes profesionales, huilenses más humanos, sensibles y solidarios, capaces de encontrar en el arte una mejor manera de comunicarse y de sacar de sus emociones la agresividad que nos limita.
En suma, que el arte y la cultura estén al alcance de nuestros niños y jóvenes, es la puerta para la transformación social de la realidad. Porque cuando el arte se empodera del alma humana, no hay límites para los sueños, ni limitaciones sociales para hacer más humana nuestra convivencia.
Estamos a la espera que también tengamos escuelas de formación en literatura. Hasta ahora solamente en Neiva, se está llevando a cabo esta bella oportunidad de integrar la palabra en este camino de formación y transformación.
