Tal fue el impacto de la visita hecha por parte del candidato a la presidencia de Colombia Gustavo Francisco Petro Urrego al Papa Francisco, que todos los demás aspirantes pegaron el brinco y comenzaron a presionar para que se les asigne una fecha en la agenda del Santo Padre.
Lo complejo es que no será fácil que la Santa Sede se preste para menguar los celos y caprichos políticos de cada uno de los que sueña con llevar el trasteo a la Casa de Nariño, pues ante el impacto mediático que ha generado la jugada maestra efectuada por Gustavo Petro, logrando ser el primero de los candidatos al máximo cargo ejecutivo de la nación en visitar al Sumo Pontífice, el Vaticano será muy cuidadoso en abrir las puertas a otras comitivas.
Históricamente, el jefe supremo de la Iglesia Católica ha recibido en su casa a diferentes personalidades políticas de todo el mundo, sobre todo a aquellos que gobiernan los diferentes países o que tienen posibilidades de alcanzar esta importante responsabilidad en cada una de sus naciones.
En febrero de 2004 el Papa Juan Pablo Segundo (San Juan Pablo Segundo), tras una sentida solicitud por parte de quien por aquella época fuera el mandatario de los colombianos, Álvaro Uribe Vélez, lo atendió en audiencia privada, en la que se trataron temas relacionados con la problemática nacional de la época, muy similar a la de ahora, pero sin pandemia.
En diciembre de 2016 el Papa Francisco recibió al expresidente Juan Manuel Santos Calderón, pocos días después de recibir el premio Nobel de Paz en Oslo. Y el 22 de octubre de 2018, luego de haberse posesionado el Presidente de la República Iván Duque Márquez, el alto jerarca lo atendió en audiencia privada, en la que trataron temas relacionados con la crisis migratoria venezolana, el proceso de reincorporación de excombatientes de las Farc, los diálogos con el ELN, la lucha contra la corrupción y el compromiso con el desarrollo sostenible.
Lo cierto es que el Papa Francisco no tiene la más mínima intención de influir en los comicios electorales de nuestro país, de hecho, los temas abordados en el encuentro entre el candidato del Pacto Histórico y el máximo Obispo de Roma, fueron sobre la violencia que se vive en Colombia y el cambio climático, dos asuntos que atañen a toda la comunidad nacional.
La famosa cita que ha generado rasquiña en todas las campañas presidenciales fue el resultado de una gran maniobra alcanzada a través del Nuncio Apostólico en Colombia Luis Mariano Montemayor, ganándole de mano al gobierno nacional y a su dormido embajador Jorge Mario Eastman, quien seguramente no se dio por enterado de tan importante encuentro, antes de que este se diera.
Yo creo que, de ahora en adelante, los candidatos deben concentrarse en temas de país y dejarse de shows mediáticos, pues lo que el electorado espera es una propuesta clara, viable y sensata, que ayude a sacar el país de la crisis generada por la corrupción, el desempleo, la pobreza, la violencia y la delincuencia, el atraso tecnológico y digital, las descomposición social y la falta de equidad, el narcotráfico y otros asuntos de grueso calibre.