La difícil situación de desabastecimiento de combustible que afecta al departamento de Nariño, por la crisis de la vía Panamericana ha obligado a los transportadores y dueños de las estaciones de servicio en esa zona a buscar alternativas para llevar la gasolina y el ACPM hasta sus territorios. Una de las alternativas es la planta de Terpel en Neiva, por lo que se ha visto gran cantidad de carrotanques represados en sus alrededores.
Son ya cerca de 48 horas las que completan un poco más de un centenar de carrotanques, esperando les suministren combustible en la planta de Terpel que sirve al Huila, ubicada en la vereda el Venado de la ciudad de Neiva.
Varios de ellos debieron viajar hasta cuatro días para poder llegar hasta la capital del departamento del Huila, con la esperanza de poder solucionar en parte la falta de combustible en la capital de Nariño y en todo el departamento que quedó aislado por carretera con el occidente y el centro del país ya hace más de una semana.
“Nos tocó dar la vuelta por el Ecuador para poder ingresar por el Putumayo y luego llegar hasta acá, no ha sido nada fácil, en el vecino país del Ecuador los transportadores no han sido solidarios y menos los vendedores de combustible por lo que nos vimos obligados a buscar otras alternativas”, contó Pedro Cáceres un transportador que viene desde Pasto.
Los transportadores en Ecuador pusieron los fletes por las nubes, enganchar un tráiler y dar la vuelta para ingresar a Colombia cuesta hasta $5000.000, por lo que sale más caro el flete que el combustible, es llevar el carro casi que, de paseo, con cero ganancias. Dijeron otros de los transportadores que se aprestaban a almorzar en el sector del Venado.
Falta de organización e improvisación
Los transportadores nariñenses están organizados y como tal llegaron hasta Neiva, porque les habían prometido que les vendían sin ningún tipo de inconveniente el combustible que necesitan.
Harold Rivera presidente de la asociación de combustibles de Nariño es uno de los voceros de quienes se vinieron en una caravana que lleva más de cuatro días esperando poder cumplir con la misión de llevar gasolina y ACPM, hasta las estaciones de servicio en ese departamento.
“Nosotros habíamos llegado a un acuerdo con el Gobierno nacional para que nos permitieran abastecernos desde esta planta. La improvisación en el suministro de la planta es la que nos tiene aquí parados, después de haber recorrido 1.700 kilómetros desde la ciudad de Pasto, pasando por Quito, subiendo a lago agrio, pasando al Putumayo hasta llegar a este sitio en zona rural de Neiva”, comentó.
Es una travesía de cuatro días y desde el lunes llegaron con la ilusión de cargar y llevar el combustible al departamento de Nariño, que vive una situación de desabastecimiento total.
“La primera respuesta con la que nos encontramos es que salía combustible, pero no para nosotros, ellos improvisaron, no planearon bien y nos tienen pagando las consecuencias, esperamos que nos atiendan. Ha sido tanta la desinformación que no sabemos realmente qué va a pasar. Solo esperamos que no se nos colme la paciencia y tengamos que actuar en otra forma”, agregó Rivera.
Mientras esperan siguen buscando alternativas, como ir a Bogotá o buscar por otra región, lo que si anticiparon los propios transportadores nariñenses es que la planta de Gualanday en el Tolima está vacía, por lo que no es una alternativa de solución.
No hay desabastecimiento ni alarma en el Huila y Caquetá
Un parte de tranquilidad para los transportadores y expendedores de combustibles en los departamentos del Huila y Caquetá, entregó Luz Mila Moyano de Combustibles del Sur que asocia a los distribuidores en los dos departamentos.
“Lo que sucede es que por la situación que viven en Nariño, debido a los derrumbes en el departamento del Cauca, debieron venir a abastecerse de combustible en la planta que sirve a Neiva. Esta es una planta conjunta administrada por Terpel y Primax”, comentó
Para la directora de Combustibles del Sur, lo que hay que ver es qué cantidad de combustible tiene Terpel para despacharle a la zona de Nariño y también qué cantidad tiene Primax para despachar a esa zona del país.
“En este momento se hace un manejo con mucha cautela ya que el combustible hasta la planta está llegando por poliducto, de tal manera que no hay ningún tipo de desabastecimiento para las estaciones de servicio tanto en Neiva como en todo el departamento, al igual que en el vecino departamento del Caquetá”, anexó.
Son 250 estaciones de servicio las que están funcionando normalmente en los departamentos del Huila y Caquetá.
Los transportadores del Huila
Los vecinos del Venado se podrían decir que están acostumbrados a observar y vivir este tipo de situaciones e incluso tener que participar en protestas que han incluido el cierre de la vía entre Neiva y Fortalecillas.
En esta ocasión no hay protesta, pero se podría llegar a un entorno difícil debido a la desesperación que viven los transportadores que llegaron desde Nariño.
Julio César Quesada, nacido en el Venado y transportador de combustible dijo que la situación los está afectando porque la planta dejó de despachar y lo peor no les dicen nada. Si es que no les van a despachar hasta nueva orden, si va a darse alguna prioridad a quienes viajaron desde Pasto.
“La realidad de lo que está pasando es que supuestamente ya no hay combustible en la planta porque lo quieren vender para Nariño y entonces que no despachan ni para Neiva ni para el Huila, entonces los que surtimos las estaciones en Neiva y el Huila estamos prácticamente llevando del bulto”, argumentó.
Son ya tres días los que van a completar esperando que los abastezcan y no ha sido posible. “No les venden es a las estaciones de servicio porque lo que nosotros hacemos es transportarlo. Yo incluso tengo los dos carros enrutados para Nariño y no he podido salir por la ley de fronteras que no me los han querido habilitar”.
Hacen claridad que el represamiento no tiene nada que ver con la comunidad del Venado como en otras ocasiones. Son transportadores que vienen de Nariño y los de aquí del departamento que están esperando que les despachen el combustible, “pero lo que se rumora es que se acabó y entonces estamos a la espera a ver qué nos dicen”, añadió Julio Cesar Quesada.
Lo que más les molestó a los transportadores que están a la espera es que de la planta no sale nadie a dar alguna razón, los tienen como mendigando por una gota de combustible, “es un suplicio lo que tenemos que vivir acá. Cerraron la planta y mire la cantidad de carros que hay por lado y lado, es una falta de respeto con todos los que laboramos en esto, esa es la realidad de la vida”, sostuvo.
Sin respuesta
En la visita que hizo Diario del Huila hasta la planta se pudo corroborar que no hay quien de alguna razón sobre lo que está sucediendo al interior de la misma. Menos que se establezca alguna comunicación con los transportadores que están a la espera.
Lo último que se pudo observar es que dejaron ingresar a las instalaciones al representante de los transportadores nariñenses del que se espera haya algún tipo de razón. Los demás siguen esperando.
Finalmente, Julio Cesar Quesada no descartó que de no haber una pronta solución se termine afectando el suministro en Neiva, el Huila y el Caquetá, por lo que la región también se podría ver afectada por un desabastecimiento. “Todo debido a la falta de planeación e improvisación y no hablar claro por parte de quienes tienen a cargo la administración de la planta en el Venado”, se sumó.
Solución a la vista
Diario del Huila pudo comprobar de voz del ingeniero Harold Rivera, que orienta la delegación nariñense, que llegaron a un acuerdo y desde las horas de la tarde de ayer comenzaron a cargar los tractocamiones para emprender retorno este miércoles a primera hora con la misión cumplida de llevar suministro de combustible a su tierra.
Serán otros cuatro días de viaje, pero ahora con una solución que permita a las gentes en Nariño trabajar y funcionar en medio de la crisis generada por la falta de comunicación terrestre hace más de una semana.
Sin embargo, por el lado de los transportadores locales sigue la incertidumbre ya que con los inventarios existentes que se estimaban en unos 70.000 galones, se alcanzaba a llenar el tanque de unos pocos vehículos y solo hasta las primeras horas de hoy que son esperados otros carros cargados de gasolina y ACPM se podría pensar en una solución más definitiva.
Es claro que mientras se puede despachar los cerca de 100 carrotanques que se represaron va a pasar un tiempo prudencial para poder pensar en la normalización de los despachos desde el punto de acopio de Terpel en el Venado, zona rural del Neiva.
Rodrigo Mosquera residente en el Venado y es cercano a los transportadores manifestó que hay un ambiente positivo con el acuerdo al que se llegó, pero piensa que hasta mañana se podría pensar en la normalidad siempre y cuando lleguen los carrotanques con los galones anunciados.
Esta situación va a prevalecer hasta tanto se restablezca el paso por la carretera panamericana a la altura de Rosas en el Cauca en donde un derrumbe de grandes proporciones se llevó la banca dejando aislado al sur del país con el resto de Colombia.