Tres personas que formaban parte de estructuras ilegales decidieron entregarse voluntariamente al Ejército en Algeciras y Pitalito, en el departamento de Huila.
Estas tres personas, dos hombres y una mujer, expresaron su deseo de dejar atrás las armas y su voluntad de contribuir positivamente a la sociedad. De esta forma, buscaron el apoyo de las fuerzas militares para acceder a los beneficios que el Gobierno nacional ofrece a quienes toman la decisión de dejar la vida en grupos armados ilegales.
El primer caso involucró a una pareja que afirmó ser parte del grupo armado organizado residual Quinta Compañía Subestructura Fernando Díaz – Teófilo Forero, perteneciente a la Segunda Marquetalia. Después de relatar su historia, se dirigieron al Batallón de Alta Montaña en Algeciras, donde recibieron apoyo por parte de las tropas.
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El segundo individuo en tomar la decisión fue un hombre que afirmó haber sido reclutado en el departamento del Putumayo y luego trasladado a Nariño. Después de ganarse la confianza de los líderes del grupo, fue nombrado como segundo comandante de una escuadra del Grupo Armado Organizado residual Estructura Ariel Aldana, también relacionado con la Segunda Marquetalia. Tras aproximadamente dos años de actividades delictivas y ante la falta de apoyo para sus estudios, decidió entregarse voluntariamente en Pitalito, Huila, ante las tropas del Batallón Magdalena.
“Los soldados de la Novena Brigada siguen ratificando su compromiso: no ahorrar esfuerzos para contribuir a la seguridad y el progreso de los ciudadanos”, dijo la Novena Brigada del Ejército.
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