Harold Trompetero, quien es cineasta, egresado del programa de Publicidad de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y Comunicador Social de la Universidad Javeriana y ejerció como Director Creativo por tres años en la Agencia Leo Burnett en Bogotá, lanzó su novela: palabras que se lleva el mar.
El director, indica que es importante vencer el miedo, y sobre todo a fracasar y a equivocarse, y si sucede es parte del proceso de aprendizaje.
Los proyectos audiovisuales
En este sentido, el cineasta, indicó que el próximo 4 de enero de 2014, va a lanzar la comedia familiar, denominada: “Quiero que me mantengan”.
“Creo que apela al sueño de todo el mundo, que es ser mantenido, (risas). Trato de hacer películas, que tengan un reflejo dentro de la sociedad y pues la situación económica del país, de Latinoamérica y el mundo es muy dura”, indica el productor.
Harold, ha dirigido series y novelas para televisión como Cartas a Harrison (1996), Tamayo familiar (1997) y Amor a mil (2001), así como de más de un centenar de comerciales, videos musicales y producciones de videoarte. Su primer largometraje fue Diástole y sístole, los movimientos del corazón, premiado en las categorías de Mejor Actor, Mejor Actriz y el Premio del Público en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias 2000 y el Premio al Público en el Festival Si Si en Toronto.
El director, señala que con las películas realizadas, siente que a través de las comedias, ha hecho una catarsis de la sociedad y que este punto, va llegando a su límite, en cuanto a producción de sátira, porque se están necesitando otras narrativas.
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Palabras que se lleva el mar
Según el cineasta, en la novela que lanzó, la temática gira en torno a una actriz en decadencia que naufraga en el pacífico colombiano.
“Esta mujer glamurosa, se ve enfrentada a todas las miserias, que se vive en una sociedad tan ‘apaleada’ como la nuestra y se encuentra así en medio de la selva. Ella es alcohólica y sufre de proceso de desintoxicación del licor, a raíz de lo que sufre”, dijo el director.
Harold, señala que el alcoholismo, es uno de los principales problemas que tiene el país. La gente no se imagina, esta dificultad social, que carcome a las familias en silencio. Y agrega que es mucho más grave que el de la drogadicción, sino que el primero, es aceptado socialmente. “La novela muestra lo que hay en este país, guerrilla, paramilitares y narcotráfico”, dijo el productor.
El escrito, narra la historia de una actriz en decadencia, y retrata la vida de María Eugenia Dávila. La historia de este escrito oscila entre lo contradictorio, lo escalofriantemente humano y divino. Esa voz que solo escuchamos cuando nos quedamos en silencio. Esta es una novela profunda, bautizada con la simpleza del agua.
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Escritor ‘frustrado’
Trompetero, agregó: “soy un escritor frustrado, debido a que tengo un problema de dislexia, presente dificultades para escribir, y siempre quise ser novelista, como no pude hacerlo, me puse a hacer películas”.
Ya después de hacer cerca de 27 filmes, pensó en reinventarse. “A partir de ahí, me metí como se introduce un alcohólico a un centro de rehabilitación e hice una maestría de escrituras creativas, para vencer ese problema que tenía. Me ha costado muchísimo, pero voy avanzando. Estoy escribiendo dos libros más, uno de crónica y una novela. Y este libro que presentó, ha sido el texto, que más cariño le ha tenido el público y la crítica”, manifestó el publicista.
“Yo soy empírico en lo que hago”
Al ser interrogado sobre que técnica, utiliza a la hora de escribir, señala: “soy empírico en todo lo que hago. Tenía esa idea, hace cerca de diez años y durante la pandemia, dije voy a escribirla y luego hice el guion, que me permitió conocer que son dos universos distintos, el de la escritura y el del cine”, agregó el productor audiovisual.
“La sociedad es ciega, ante la realidad que vivimos y solo la vemos en los medios noticiosos. Con el libro me di cuenta de las problemáticas sociales existen. Nos da miedo, que si vamos a la finca, nos pase algo y además creo que todos hemos tenido, algún familiar con problemas judiciales”, añadió Harold.
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Hay que vencer el miedo
Ya en cuanto al consejo para los nuevos cineastas que apenas están arrancando en materia de producción audiovisual, el director, dijo: “yo creo que lo más difícil es no tener miedo, a hacer las cosas mal, que no resulten como se planean, a que no salgan bien, a ser juzgado, si se equivoca uno es parte del proceso de aprendizaje. Y siempre hay una incertidumbre con los nuevos proyectos que se realizan”.
Su gran pasión es la creatividad, por esto ha desarrollado múltiples proyectos en diversas áreas, en las que se cuentan: libros de humor, novelas, obras de video arte, más de veinte largometrajes y una larga trayectoria como publicista, en el que ha logrado los premios más importantes del mundo, entre los que se cuenta el gran León De Oro del festival de publicidad de Cannes.
En 2007, Trompetero dirigió Muertos de susto para la productora Dago García Producciones, la cual fue estrenada el 25 de diciembre de ese año. En 2009, estrenó dos largometrajes: El man, el superhéroe nacional donde incluyó elementos de la idiosincrasia colombiana y Riverside, película que considera realmente su ópera prima. En 2010, estrenó la película más taquillera en Colombia El paseo producida por Dago García Producciones; en 2011, Locos y para 2012 estrenó Mi gente linda, mi gente bella y El paseo 2.
En 2018 grabó el filme Pa las que sea Papá, junto al comediante Hassam. En este 2019 estrenó el filme Mamá al volante, que por primera vez llevó al cine a la reconocida pareja de influenciadores digitales, Maleja Restrepo y Tatán Mejía. Y cierra el año con La pachanga, una divertida comedia familiar rodada en Bogotá.
Ya para finalizar, indicó que al país le falta mucha educación, porque lo otro viene por añadidura en todos los sentidos. Actualmente comparte su tiempo entre Colombia y New York desarrollando proyectos publicitarios para el mercado americano.
