Donald Trump podría romper récord republicano de apoyo judío en las elecciones, impulsado por el aumento del antisemitismo.
Diario del Huila – Internacional
En medio de un clima político tenso y con las elecciones presidenciales de noviembre a la vuelta de la esquina, la campaña de Donald Trump anticipa un apoyo récord de votantes judíos. Según los estrategas del expresidente republicano, la creciente preocupación por el antisemitismo, exacerbada por los recientes bombardeos en la Franja de Gaza, ha impulsado un cambio significativo en las preferencias de este grupo electoral históricamente demócrata.
Aumento del antisemitismo
John McLaughlin, encuestador de la campaña de Trump, comentó al New York Post que «el presidente Trump tiene la oportunidad de conseguir la mayor proporción de voto judío en la historia». McLaughlin atribuye este cambio al aumento del antisemitismo, que ha emergido como un problema real y urgente para la comunidad judía en Estados Unidos, especialmente en los denominados estados indecisos como Pensilvania, Míchigan, Nevada, Arizona y Georgia.
Estos estados, conocidos por su tendencia a cambiar de partido entre elecciones, serán cruciales en la batalla por la Casa Blanca. En las elecciones de 2020, Joe Biden logró imponerse en estos territorios con apenas un 3% de ventaja, lo que indica que cualquier fluctuación en las preferencias de los votantes podría alterar significativamente la composición del Colegio Electoral y, por ende, determinar al ganador.
Insatisfacción de los judíos
La concejala republicana judía Inna Vernikov, que representa varios vecindarios de Nueva York con alta densidad de votantes judíos, también ha subrayado la creciente insatisfacción de los judíos con el Partido Demócrata. «La podredumbre antisemita profundamente arraigada en el Partido Demócrata es evidente. Los demócratas judíos se sienten traicionados y van a rechazarlo rotundamente en las urnas», afirmó Vernikov.
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Históricamente, los demócratas han captado aproximadamente el 70% del voto judío en las elecciones presidenciales, mientras que los republicanos han conseguido alrededor del 30%. Sin embargo, la campaña de Trump confía en que este patrón podría cambiar drásticamente en 2024, impulsado por la percepción de una creciente hostilidad hacia Israel y el antisemitismo dentro de las filas demócratas, particularmente entre sus facciones más progresistas.
Elecciones difíciles de pronosticar
La campaña tomó un giro tras la decisión de Joe Biden de retirarse de la contienda, dejando a la vicepresidenta Kamala Harris como la candidata demócrata. Este movimiento ha obligado a ambos partidos a reestructurar sus estrategias. Trump no ha tardado en atacar a Harris, acusándola de manipular imágenes y engañar al electorado. En su plataforma Truth Social, Trump aseguró que Harris había publicado una fotografía falsa creada con inteligencia artificial, en la que aparecía rodeada por una multitud inexistente, según él.
La campaña de Harris, sin embargo, refutó estas acusaciones, asegurando que la foto mostraba a 15.000 seguidores en Míchigan, un estado clave. Además, criticaron a Trump por no haber hecho campaña en un estado pendular en más de una semana, insinuando que su energía y motivación podrían estar decayendo.
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