Todas las conjeturas difundidas anteriormente de que habían entrado dineros del narcotráfico, a la campaña presidencial de Gustavo Petro, a pesar de la negación de todos los miembros del Pacto Histórico y de los movimientos afines a su gobierno, que nunca entraron esta clase de dineros ilícitos a ésta. El día anterior estalló el más grande escándalo político del siglo, que se ha convertido en un verdadero tsunami y en un verdadero dolor de cabeza para el primer mandatario de los colombianos. En la audiencia judicial, sorpresivamente el hijo Nicolás Petro, afirmó “que entró plata ilegal a la campaña de Gustavo Petro”. De nada sirvió la cortina de humo que realizó la Casa De Nariño al haber enviado tempranamente la terna para designar el próximo Fiscal a la Corte Suprema de Justicia. De acuerdo con esta medida se buscaba generar un ambiente de presión sobre el agente fiscalizador de la Nación. Pero su hijo Nicolás les aguó la fiesta. Inclusive no lo quiso recibir desde su sitio de reclusión.
La Fiscalía había confirmado que Nicolás Petro iba a colaborar con la justicia. El diputado, hijo mayor del presidente Gustavo Petro, es imputado por lavado de activos y enriquecimiento ilícito. El fiscal del caso, Mario Burgos, al inicio de la sesión, dio a conocer que Nicolás Petro reconoció haber recibido dinero ilegal del cual tomó una parte, mientras que otra ingresó a la campaña presidencial del actual jefe de Estado. Con ello se confirmó que si entraron dineros del narcotráfico a la campaña presidencial. A pesar del desgaste gubernamental por todos los escándalos y las políticas públicas incoherentes que atentan contra la institucionalidad colombiana, ad-portas de cumplir el primer año de su mandato, se le derrumba el castillo de naipes de su gobierno del cambio.
Esta noticia necesariamente va a generar un mayúsculo proceso 15.000 de acuerdo con los audios del exembajador de Venezuela Armando Benedetti y que con la confesión de su hijo Nicolás, quedó plenamente confirmado este acto delincuencial que habían sido negados por dichos actores. Las afirmaciones de Petro Burgos abren un capítulo judicial y político de consecuencias aún no determinadas. Según dijo el fiscal, en presencia de Nicolás Petro y de su abogado, el exdiputado del Atlántico aceptó haber recibido dineros no declarados para la campaña presidencial del Pacto Histórico, y también admitió que se quedó con parte de esa plata.
Todo lo anterior, provoca el más grande escándalo judicial del presente siglo. El gobierno nacional, debe asumir con grandeza todos los resultados que se produzcan en las instancias de los organismos de control. El tiempo es el mayor remedio para olvidar los errores cometidos. Pero dada la coyuntura política que está viviendo la sociedad colombiana, será muy difícil que se produzca un olvido. Apenas empieza. Están por venir tiempos difíciles y oscuros en el devenir político.
