Diario del Huila

Un acuerdo para vivir mejor

Ene 11, 2022

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Neiva es una ciudad, como muchas en nuestra región, que ha venido creciendo de manera desordenada. Entendemos desde el concepto de territorio que una ciudad es el resultado de dinámicas sociales, económicas y políticas, eso la hace cambiante y estar sometida a mutaciones en sus áreas, ejemplo de esto es el barrio Quirinal, pasó de residencial a comercial, pero con ausencia de una adecuada regulación del uso del suelo y de los espacios construidos, es decir, de una serie de reglamentaciones para el uso y la construcción de las edificaciones. Estas reglamentaciones, por lo general, contemplan criterios como el uso principal, los usos complementarios, los usos restringidos, las características y obligaciones de generar espacio público, la ocupación del suelo, la altura de las edificaciones, etc.

Estamos a tiempo de empezar a priorizar la armonización de la ciudad en varios aspectos, sobre todo en lo ambiental, construir corredores, zonas arborizadas para mitigar lo que nos viene en materia de medio ambiente, Neiva requiere de un programa agresivo en esta materia. Los demás aspectos como zonas residenciales, comerciales, industriales y de servicios se deben armonizar bajo los principios generales del uso del suelo.

La plataforma por el derecho a la ciudad en su ABC de Ordenamiento Territorial reza textualmente que Técnicamente, para poder organizar la armonización, separación e inclusión de los usos, se utilizan al menos tres criterios. El primero de ello es la intensidad del uso, que se organiza a partir de dar un uso principal a las áreas. Así, un barrio de viviendas tendrá un uso principal residencial, y con ello se busca que las dinámicas que allí se generen, estén regidas por ese uso, de tal manera que el urbanismo y las disposiciones espaciales garanticen la permanencia de las condiciones para el mantenimiento de las actividades residenciales. Igualmente, se permiten usos complementarios, es decir, aquellas actividades que, sin ser protagonistas, pueden o deben desarrollarse en relación con el uso principal; en un barrio residencial este tipo de actividades suele ser el comercio barrial, es decir los pequeños mercados de abarrotes, panaderías, peluquerías, restaurantes, etc. Igualmente existen los usos restringidos, que son aquellos que, aunque no son indispensables ni necesarios para el funcionamiento del uso principal, pueden desarrollarse en determinadas condiciones.

Sobre estos usos restringidos es que debemos exigirle a nuestras autoridades, normas y regulaciones que le permita a Neiva poder desarrollarse en armonía entre sus ciudadanos.

No se entiende por qué por ejemplo, el eje de la Avenida de la Toma, a todas luces residencial, tiene que soportar por parte de sus residentes los altos niveles de ruido derivados de permisos para que allí funcionen bares hasta altas horas de la madrugada; habrá muchos casos más seguramente en la ciudad de zonas que deben padecer situaciones que rompen con la armonía que debería caracterizar a nuestra ciudad.

Se trata queridos huilenses simplemente de llegar a un “Acuerdo para Vivir Mejor” para que Neiva y las demás poblaciones del Huila sean territorios agradables para sus ciudadanos.

P.D. Siguen los motociclistas haciendo “lo que les venga en gana” en todos los municipios del Huila. ¿Habrá alguien que se atreva a controlarlos?

 

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